Agentes de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Cooperación Policial Internacional entregaron ayer a las autoridades de Bosnia-Herzegovina a Veselin Vlahovic, conocido como "Batko" o "el monstruo de Grbavica", acusado de crímenes de guerra, según se confirmó desde el Ministerio del Interior.

Además de los policías españoles, funcionarios bosnios escoltaron a Vlahovic hasta su país, donde está reclamado por un delito de genocidio por la comisión de más de cien asesinatos, violaciones y torturas durante la guerra de la antigua Yugoslavia. La entrega de "Batko", detenido el pasado mes de marzo en Alicante durante una investigación sobre una banda organizada de ciudadanos de países del Este dedicados a la comisión de robos con fuerza en domicilios, había sido acordada por la Audiencia Nacional y aprobada por el Consejo de Ministros.

Vlahovic, nacido en Montenegro en 1969, tenía tres reclamaciones judiciales internacionales y otras dos en España, donde se investiga su participación en un altercado con arma de fuego en un club de alterne de Tarragona y un robo con fuerza cometido en un domicilio de Salou, en esa misma provincia, en abril de 2005. Ese mismo mes, al detectar a una patrulla de la Guardia Civil en las inmediaciones del lugar donde tenía aparcado su vehículo, Vlahovic disparó contra los agentes y logró huir campo a través.

Las Fuerzas de Seguridad también le atribuyen dos robos con fuerza en establecimientos de la provincia alicantina cometidos en febrero, uno en Denia y otro en Altea; así como el intento de robo en un domicilio de Benidorm.

Desde su detención y hasta el momento de su entrega, "el monstruo de Grbavica" ha permanecido internado en el Centro Penitenciario de Madrid VII, en la localidad de Estremera, donde estaba considerado como un individuo de peligrosidad extrema.

Además de por los crímenes de guerra, "Batko" está acusado en su país de origen de un atraco a mano armada en un café de Montenegro, cometido el 15 de mayo de 1998, y de los disparos a otro hombre en un supuesto ajuste de cuentas. Aunque meses después ingresó en la prisión montenegrina de Podgorica por estos hechos, logró fugarse de ella el 18 de junio de 2001 y, sólo unos días más tarde, asesinó con un rifle a un hombre a las puertas de un bar en Serbia, por lo que fue condenado en rebeldía a 15 años de prisión.