Bajo mínimos. Así aseguran encontrarse los profesionales que trabajan en las Unidades de Salud Mental (USM) ubicadas en los diferentes centros de salud de la ciudad de Alicante y del resto de la comarca de l'Alacantí. Por este motivo, se ha iniciado una campaña de recogida de firmas por parte del personal sanitario, que ha contado con el apoyo de familiares y afectados como medida de protesta por el "deterioro progresivo" que están sufriendo los equipos. Estas firmas serán entregadas a José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación Provincial, institución de la que depende parte del personal de estas unidades en la comarca.

Las USM se crearon a finales de los años 80. Durante estos 20 años, señalan responsables de estas unidades, "el funcionamiento de las mismas se ha mantenido con aceptable nivel de satisfacción por parte de los profesionales y usuarios". En 2007 se inició la transferencia de los profesionales de la Diputación que trabajan en estas unidades a la Generalitat. Desde entonces, señala el personal que encabeza la queja, "percibimos con preocupación un deterioro progresivo de los equipos de salud mental y estamos teniendo una dificultad cada vez mayor para llevar a cabo nuestras funciones".

Gran parte de esta situación, señalan, "tiene que ver con la reducción del número de profesionales, de estas unidades, que actualmente cuentan con un psicólogo, tres enfermeras y cinco auxiliares menos que antes de que se produjera la transferencia".

Esta situación se ha visto agravada desde el pasado mes de mayo "cuando las trabajadoras sociales de cuatro de los cinco equipos de salud mental tienen que cubrir las necesidades del centro Doctor Esquerdo de la Diputación, en el que progresivamente han ido aumentando su presencia hasta el punto de que sólo están en el equipo comunitario dos días a la semana". Hace pocos días, añaden los profesionales de las USM, "responsables de la Diputación les han comunicado que a partir de septiembre pasarán, junto con una enfermera, definitivamente a este centro y abandonarán los equipos" en los que han estado trabajando en los centros de salud. Desde las Unidades de Salud Mental muestran su preocupación "porque nos tememos lo peor, es decir, que la Generalitat no haga nada o que las plazas se cubran de manera precaria en detrimento de otros equipos".

Al mismo tiempo, desde la transferencia "se ha ido perdiendo el programa de apoyo domiciliario, que fue creado para atender las necesidades de las personas con trastorno mental grave, personalizando la atención en función del contexto sociofamiliar de cada paciente y en su rehabilitación". Después de la transferencia, señalan, el programa de apoyo domiciliario "se ha ido vaciando de contenido y si se mantienen es por decisión personal".

Las Unidades de Salud Mental están formadas por equipos multidisciplinares integrados por psiquiatras, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales y auxiliares de apoyo domiciliario. Estos equipos desarrollan una labor esencial en la atención a los enfermos mentales y entre sus cometidos, según explican trabajadores de estas unidades, están "la detección de los problemas de salud mental, la intervención en crisis o la prevención de recaídas".

Con esta nueva situación de recortes, unidades de salud mental como la de Ciudad Jardín se quedarán sólo con dos psiquiatras, un psicólogo, dos auxiliares de apoyo domiciliario y una enfermera y una trabajadora social a tiempo parcial.

La población que atiende este centro de salud ronda los 35.000 habitantes que residen en los barrios más deprimidos de la ciudad. La Unidad de Salud Mental de Ciudad Jardín atiende en estos momentos a cerca de 300 personas con patologías mentales graves.

Los familiares exigen que se mantenga la calidad y CC OO critica la falta de transparencia

Desde la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales de Alicante (Afema) manifestaron ayer la importancia de mantener los referentes de la atención a lo largo del tiempo. En este sentido, responsables de Afema mantuvieron ayer un encuentro con el secretario autonómico de Sanidad, Luis Rosado, y con María Angustias Oliveras, miembros del Consejo Asesor de Salud Mental por Alicante. El objetivo del encuentro era analizar las repercusiones que tendrá en la atención a las personas con enfermedad el traslado del personal de la Diputación que actualmente trabaja en las Unidades de Salud Mental de Alicante al centro Doctor Esquerdo. Desde la Administración se proporcionó a Afema "información sobre la situación actual y los planes de sustitución de las profesionales con el objetivo de garantizar la asistencia y composición de las plantillas de las unidades".

Desde la asociación piden que se continúe "el trabajo conjunto basado en la colaboración de la Diputación y la Generalitat por el bienestar de los ciudadanos de Alicante". De lo contrario, añaden desde Afema, "sería una gran pérdida para la atención de usuarios y familiares".

Desde el sindicato CC OO, en palabras de su responsable de Comunicación Salvador Roig, se critica "la falta de transparencia que existe en la gestión de la Salud Mental en la Comunidad y el incumplimiento de los planes sobre esta materia por parte de las consellerias de Sanidad y Bienestar Social". Una situación que lleva "al ahogo de las asociaciones de enfermos que son las que suplen los servicios que debería prestar la Generalitat". Para Roig, con las plantillas de profesionales actuales, "es casi imposible atender a los enfermos de salud mental en nuestra provincia".