"Viva la clase trabajadora y a la mierda la reforma laboral". Con esta contundente frase coreada por miles de personas terminó la manifestación que recorrió ayer el centro de Alicante como colofón a la jornada de huelga general. La protesta comenzó pasadas las siete de la tarde en las escaleras del Instituto Jorge Juan encabezada por una pancarta con el lema "Aixi no. Rectificació ja", portada por los líderes provinciales de UGT, Óscar Llopis, y CC OO, Consuelo Navarro, así como por Antonio Ñacle, de Intersindical Valenciana, y Baltasar Palicio, de CGT. Los sindicatos mostraron su satisfacción por la respuesta y cifraron en 40.000 los participantes mientras que la Policía Local habló de diez mil y la Nacional de entre seis y ocho mil.

Mientras los convocantes explicaban por megafonía los motivos de la huelga, los manifestantes gritaban a quienes caminaban por la calle "únete, no nos mires" o "luego diréis que somos cinco o seis". Al llegar a Maisonnave la cabecera se paró ante El Corte Inglés, protegido por un cordón policial. Sucedió lo mismo ante Zara y otros comercios a los que gritaron "esquiroles" mientras bajaban las persianas, aunque no pasó a mayores.

Ya en la plaza de la Montañeta, lugar donde expiraba la protesta, "El canto a la libertad" del recientemente fallecido José Antonio Labordeta recibió a los participantes. Una sonora pitada contra la alcaldesa, Sonia Castedo, por negar "el pan y la sal" a la marcha -durante el recorrido había coches aparcados que la obstaculizaban- dio paso a la lectura del manifiesto final por parte de los líderes sindicales.