La marcha de extranjeros ha acelerado la pérdida de población en la provincia de Alicante durante el último año. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2009 la emigración desde la demarcación alicantina hacia otras zonas de España superó en un 12% a la inmigración, ya que mientras 27.118 personas se instalaron en alguno de sus municipios, otras 30.333 se marcharon. Este saldo negativo de 3.215 personas fue, además, casi un 19% superior al registrado en 2008, que fue el primer año que no arrojó datos positivos en más de una década.

La incidencia de la población extranjera se deja sentir con especial intensidad en este fenómeno y, de hecho, determina la pérdida de habitantes. Así, el año pasado inmigraron a la provincia desde distintos lugares de España casi 1.000 personas de otras nacionalidades menos que en 2008. Al mismo tiempo, se marcharon a otras provincias cerca de 1.400 extranjeros menos que en el citado año. Una intensidad mucho menor en los movimientos migratorios internos, que, en el caso de los extranjeros, puede estar directamente relacionado con el retorno a sus países de un importante número de personas, ante la falta de expectativas laborales. También emigraron más españoles de los que se instalaron en la provincia, en mayor número que los españoles, pero con menores diferencias en relación a 2008.

Desde el sindicato CC OO recalcan que "los procesos migratorios en esta provincia tienen una motivación económica". El portavoz de la organización en Alicante, Salvador Roig, hace hincapié en que esta zona, "con una de las mayores tasas de desempleo estatal, ha dejado de ser un territorio atractivo a la hora de buscar trabajo". La "falta de arraigo social y familiar" de los extranjeros hace que, proporcionalmente, su nivel de movilidad sea "más alto" que el de los españoles, quienes, no obstante, parece que vuelven a cambiar de residencia con más frecuencia después del parón que se registró en el año 2008.

Roig matiza que esa movilidad de los españoles es susceptible de crecer mucho a medio plazo, si sigue habiendo una "falta de reactivación económica" y, en cambio, la situación mejora en países del entorno europeo como Francia o Alemania, o incluso de otros continentes. En este sentido, el portavoz sindical alude como ejemplo a los "centenares de trabajadores de la construcción de la provincia que se han marchado a países africanos" por motivos laborales.

Estancamiento total en los traslados desde un municipio a otro

Los movimientos migratorios dentro de la provincia de Alicante experimentaron un estancamiento absoluto en 2009, según el desglose que ofrece el Institut Valencià d'Estadística (IVE). A lo largo del año 38.212 personas se trasladaron de un municipio alicantino a otro, frente a las 38.280 del ejercicio anterior. Ahora bien, esto se debió de manera exclusiva a una menor movilidad de los extranjeros, ya que el número de migrantes españoles aumentó en 448 personas en relación a 2008. Un dato muy significativo que entra en consonancia con la marcha de ciudadanos de otras nacionalidades hacia otras partes de España o el regreso a sus países. Por otra parte, creció ligeramente la emigración desde Alicante hacia Murcia y Valencia. En esta última, destaca el incremento de la interrelación de l'Alcoià y el Comtat con la Vall d'Albaida y la Safor, aunque la mayor permeabilidad se sigue dando con mucha diferencia entre esta última comarca y la Marina Alta, dada su histórica vinculación. A. T.