Salpicado por el escándalo Brugal y tras reconocer que pidió a Enrique Ortiz el favor de contratar al hijo de Vicente Ronda, dirigente socialista y asesor del grupo municipal, el portavoz del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de Alicante, Roque Moreno anunció ayer su renuncia como edil y a su escaño en la Diputación. Lo hace, dijo, de acuerdo con su familia, sin presiones y, también, por responsabilidad: "He cometido un error y pido disculpas a la sociedad y a mi gente". Roque Moreno es la primera cabeza que se cobra la operación Brugal en el Ayuntamiento de Alicante, decisión a la que se suma la suspensión de militancia para Antonio Amorós, ambos socialistas aunque la mayoría de los implicados en la presunta trama de corrupción pertenecen al PP, formación que no ha tomado ni una sola medida contra sus dirigentes. El hasta ahora edil, sin embargo, se mantendrá como secretario general de los socialistas en Alicante -cargo que le otorga la competencia para confeccionar la candidatura municipal- y como presidente del partido en la provincia, una situación que deja en precario, una vez más, el liderazgo orgánico de la agrupación de Alicante a las puertas de las próximas elecciones municipales de mayo.

Respaldado por sus compañeros y entre una nube de periodistas, Roque Moreno se justificó sin poder evitar la emoción. Tras recordar los escándalos de corrupción en la Comunidad Valenciana, en su mayoría vinculados al PP, el dirigente socialista lamentó que su nombre apareciera en el sumario "al lado de todos esos malandrines". "Yo he hecho una llamada a Ortiz para pedir un puesto de trabajo" para el hijo "de un compañero y gran amigo" -en alusión al citado Vicente Ronda-, admitió Roque Moreno, quien aseguró no tener miedo "a que pueda salir algo más". "Al margen de esa llamada, no hay nada". Un "error" por el que acto seguido solicitó perdón: "Pido disculpas. En primer lugar, a la sociedad. Hay muchos casos dramáticos (de desempleo) que requieren igualdad de condiciones. Y en segundo, a mis compañeros y a mi gente, que siempre me apoyó y desconocía ese error".

La dimisión de Roque Moreno se produce tras destapar el sumario de la operación Brugal que el hasta ahora concejal, en plenas negociaciones para la ampliación del Rico Pérez -de cuya comisión formaba parte-, pidió a Ortiz que contratara a dos conocidos, familiares del citado Ronda. Aunque admitió haber telefoneado al constructor, el dirigente socialista negó "haber recibido contrapartidas". "Siempre he obrado velando por el interés general y siempre he votado en contra de las propuestas que beneficiaban a Enrique Ortiz", aseveró para mantenerse firme en su decisión. "Un político tiene que asumir sus responsabilidades políticas siempre. Es una cuestión de coherencia. Lo he dicho y exigido en muchas ocasiones a políticos del PP", dijo Moreno que, pese a las revelaciones del sumario, sigue considerándose "una persona honrada, honesta y honorable".

El hasta ahora edil, que no estuvo en el pleno de la Diputación de ayer y que tampoco acudirá al que se celebra hoy en el Ayuntamiento de Alicante, entiende que su renuncia "es la mejor decisión y la más justa". "Quiero demostrar a los dirigentes PP cómo se tienen que hacer las cosas", apuntó para calificar de "inconcebible" que tres concejales del PP imputados en causas judiciales -Kiko Sánchez, Andrés Llorens y Joaquín Ripoll- "no hayan dado explicaciones" y que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, "no diga nada de las prebendas que ha recibido"."No quiero que esto sirva para que el PP pueda echarme en cara cualquier cosa y, por ello, he tomado esta decisión", se justificó antes de cargar contra la alcaldesa. "Sonia Castedo hace mucho tiempo que dejó de tener consideración para mí y no sólo tendrá que dar explicaciones a los ciudadanos sino también ante los jueces", se limitó a señalar.

Roque Moreno desvinculó por completo su decisión de la batalla interna que le apartó de la candidatura socialista a la Alcaldía y, de hecho, ofreció su respaldo a Elena Martín. "Me siento orgulloso de ser socialista", aseguró el aún portavoz en el Ayuntamiento de Alicante que, tras su intervención, se despidió efusivamente de Elena Martín y se abrazó con una de sus incondicionales, la edil Loles Fernández. La comparecencia de Roque Moreno fue sólo el epílogo de 24 horas trepidantes en el socialismo alicantino. Nada más conocerse que aparecía citado en la operación Brugal, en la noche del miércoles, el dirigente ya empezó a plantearse la vía de salida. La única duda era si renunciar únicamente a la portavocía, tal y como le pedían sus más allegados; o desprenderse de sus cargos públicos -concejal y diputado- para mantener, en un ejercicio de equilibrismo, el control de la dirección del partido en Alicante, la opción preferida por la cúpula del PSPV. El listón socialista en el debate de la corrupción no admitía otra salida. "Tenemos que demostrar que no somos iguales que el PP", reconoció un importante dirigente.

La noticia de la dimisión se extendió como la pólvora desde primera hora. A las ocho de la mañana, de hecho, Roque Moreno se recluyó en la sede socialista de la calle Pintor Gisbert con un "gabinete de crisis" que encabezaba la candidata socialista a la Alcaldía, Elena Martín. Llegaron a la conclusión, avalada por la propia alcaldable y también por Jorge Alarte -con el que Roque Moreno se mantuvo en contacto telefónico-, de que la salida planteada por el también secretario general del PSPV -renunciar a sus cargos públicos y mantener sus responsabilidades en el partido- era la mejor pero, en todo caso, dejaron la decisión última en sus manos.

Afines a Roque Moreno, durante una segunda reunión que se celebró en la sede socialista hasta pasadas las once de la mañana, intentaron persuadirle para que dimitiera únicamente como portavoz. Recibió múltiples llamadas en esa dirección. Incluso la de Ana Barceló, que le instó a no dimitir. No sería el último intento. Tras caminar hasta el Ayuntamiento de Alicante junto a Elena Martín, Roque Moreno informó al resto de concejales de su decisión. El presidente del PSPV-PSOE en la ciudad de Alicante, Gaspar Hernández, y la edil Loles Fernández trataron de convencerle para que cambiara de opinión. No hubo manera. Compareció ante los periodistas y les trasladó la solución que, por la tarde, avaló la ejecutiva local socialista, a la que Moreno reunió en sesión urgente y en la que, con ambiente de velatorio, los miembros de la dirección le agradecieron el trabajo al frente del grupo municipal. No hubo unanimidad con Vicente Ronda, al que se llegó a pedir la dimisión. Éste, sin embargo, dijo contar, en ausencia de Elena Martín, con el favor de la alcaldable para seguir en su puesto.

Por lo pronto, Roque Moreno pedirá el reingreso en la Universidad y, a lo largo de los próximos días, se tendrá que sustanciar su relevo tanto en la Diputación -tomará posesión Jorge Espí- como en el Ayuntamiento de Alicante, puesto que le corresponde a Nieves Olmos. En los próximos días, la ejecutiva, que dejó ayer sobre la mesa el tema, tendrá que proponer una nueva dirección del grupo municipal socialista y, por tanto, un portavoz que complete el mandato. De forma interina, esa labor la asumirá en el pleno de hoy el hasta ahora portavoz adjunto, Javier Macho, con muchas papeletas para seguir. Será el tercero en poco más de tres años. Por la tarde, en Información TV, Roque Moreno señaló que "el único error fue actuar como persona y no como político", sostuvo que fue la primera y única vez que habló con Ortiz y que no es un corrupto.