El Pleno del Ayuntamiento de Alicante ha aprobado de manera definitiva, con los votos mayoritarios del Partido Popular y el rechazo del PSOE, la ordenanza de mendicidad y prostitución en espacios públicos.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Seva, ha recordado que esta ordenanza trata de dar respuesta a las quejas vecinales que desde hace años reclaman una solución ante la mendicidad coactiva y la prestación de servicios sexuales en la calle.

El edil además se ha mostrado convencido de que si el PSPV gobernara en el Ayuntamiento de Alicante, también habría realizado una ordenanza de estas características que "recoge el sentir de los vecinos, que están incómodos" con este problema.

Así mismo, ha defendido que esta ordenanza municipal "es de sentido común" y ha contado con el consenso de las asociaciones de vecinos, por lo que está basada en criterios preventivos y asistenciales, de modo que los agentes de Policía Local sólo sancionarán a los reincidentes.

El objetivo de esta normativa es ayudar a erradicar la prostitución y la mendicidad en las calles de Alicante, e incidirá en la mendicidad infantil y la presencia de mafias en la explotación sexual de personas.

Las zonas prioritarias de actuación, respecto a la explotación sexual, serán el centro de la ciudad, la avenida de Denia, el barrio de Vistahermosa y la entrada sur a Alicante.

Respecto a la mendicidad, Seva ha comentado que se hará hincapié en la practicada con menores y en aquella que sea "coactiva". En este sentido, el acuerdo municipal recoge prácticas como la limpieza de los parabrisas de vehículos y el ofrecimiento de productos a sus ocupantes.

En lo referente a la prostitución, la ordenanza incidirá en aquellas prácticas que se realicen a menos de 200 metros de distancia de centros educativos, y se sancionará la práctica de relaciones sexuales mediante retribución en la vía pública.

La edil socialista Laura Soler ha justificado la decisión de su grupo de rechazar esta ordenanza porque, en su opinión, "no soluciona el problema ni para los afectados ni para los vecinos", y "tan sólo va a conseguir trasladar de unos barrios a otros".

ORDENANZA DE CIRCULACIÓN

Por otra parte, el pleno municipal también ha aprobado, con los votos mayoritarios del PP, la ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos, con la que el consistorio pretende lograr "una regulación más adecuada y actualizada de la circulación y estacionamiento de vehículos".

Este planeamiento nace con la idea "de conciliar intereses tanto comerciales, como de vecinos en general, así como de los peatones en particular, incorporando las novedades indicadas", ha indicado el concejal de Seguridad Ciudadana.

Juan Seva además ha remarcado que "la ordenanza parte de la realidad de que la bicicleta es un vehículo, según lo recoge la legislación vigente y, por tanto, puede circular por cualquier calzada urbana en la que la señalización o la presente ordenanza no lo prohíba expresamente".

También se regula la figura de la ciclocalle, que es "una vía pública con señalización para orientar al ciclista sobre la continuidad del itinerario correspondiente, así como sobre la zona de la calzada que debe utilizar preferiblemente la bicicleta cuando circula".

Seva ha detallado que la ciclocalle "no implica la alteración del régimen de prioridades o preferencias de paso establecidas con carácter general para todas las vías públicas".

Ante esta ordenanza, el grupo municipal socialista se ha abstenido, ya que considera que esta normativa "debería priorizar la circulación del peatón en la acera", y no contempla la seguridad de colectivos especialmente vulnerables como los niños o los invidentes, según ha explicado el concejal socialista Jorge Espí.

Juan Seva ha reconocido que, en una red con 110 kilómetros de ciclovías, "es normal" que haya algún punto que presente problemas para los viandantes, pero ha asegurado que los técnicos municipales irán subsanando estas situaciones puntuales.