La línea 2 del tranvía entre Alicante y San Vicente del Raspeig realizó ayer el primer trayecto en pruebas con viajeros, si bien no será hasta dentro de dos meses, probablemente coincidiendo con Hogueras, cuando comenzará a funcionar con normalidad. Así lo aseguraron ayer el conseller de Infraestructuras, Mario Flores y la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que fueron los primeros en subir al tranvía en la estación de Luceros, de donde partió el convoy a las 10.32 horas para llegar al centro de San Vicente del Raspeig a las 11.01 horas, en 29 minutos.

Vecinos, comerciantes, empresarios y representantes de diferentes colectivos, como el sanitario y el docente, se fueron subiendo al convoy en las diferentes paradas. El tranvía pasó por las estaciones de Mercado y el Marq para llegar hasta la Serra Grossa, donde tiene parada en la Goteta. Por un paso subterráneo atravesó la avenida de Dénia hasta llegar al Bulevar del Pla, donde también se detuvo para que subieran más viajeros. Desde fuera, los ciudadanos observaban con asombro y curiosidad el paso del tranvía, que también hizo sus correspondientes paradas en el Garbinet, Hospital, Maestro Alonso, Gastón Castelló, Bulevar Norte y Ciudad Jardín. En su primera detención al entrar en el término municipal de San Vicente, en el barrio de Santa Isabel, la alcaldesa de esta localidad, Luisa Pastor, se sumó a la comitiva y en la próxima parada, la de la Universidad, lo hizo el rector Ignacio Jiménez Raneda. En la siguiente estación, en el centro sanvicentero, concluyó la primera parte del recorrido sin contratiempos.

Roce de los embellecedores

Sólo al volver a Alicante, al pasar por la Serra Grossa, el tranvía tuvo que frenar y permaneció parado unos segundos antes de continuar con el recorrido. El conseller Flores explicó que al tratarse de una bajada importante y haber mucha gente en la parte delantera del convoy, los embellecedores rozaron ligeramente con las vías. "Para eso sirven las pruebas", dijo Flores, quien le restó importancia e indicó que "tendremos que subirlos o rebajar las vías" en ese tramo.

Flores consideró que el de ayer fue "un día histórico" y que este nuevo trayecto "no es sólo una apuesta por la movilidad, también se construye ciudad". El conseller señaló que esta línea podrá llegar a transportar 10 millones de personas al año y tendrá una frecuencia de entre 8 y 10 minutos. En cuanto a la puesta en servicio del nuevo recorrido, Flores recordó que existe una única oferta y, aunque aseguró mantenerse "al margen" del procedimiento de contratación por "tener amistad con una persona" de la empresa licitadora, afirmó que próximamente se adjudicará y que tras "dos o tres meses más de pruebas" podrá ponerse en marcha el nuevo recorrido, en el que se han invertido 100 millones de euros.

Según Flores, los viales que conectan Alicante con San Vicente soportan anualmente el paso 16,5 millones de vehículos al año y aseveró que con la nueva línea se reducirá el uso de coches privados en estos trayectos en un 22%, lo que significará 3,5 millones menos de desplazamientos y evitar la emisión de 300.000 kilos de CO2 al año. Por su parte, Castedo consideró que la nueva línea "será un revulsivo en la conexión entre los dos terminos municipales" y dijo esperar que pueda estar en funcionamiento para Hogueras.