Hasta una decena de implicados en casos de corrupción -siete de ellos de Alicante- pueden acabar poblando la bancada del PP en las Cortes después de la cita con las urnas del 22-M. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, remitió ayer a Génova una propuesta de candidatura a las Cortes por Alicante en la que excluye a Gema Amor, vicesecretaria provincial del PP y la única que no repetirá en el escaño; en la que incumple el programa presentado esta misma semana en Valencia al incluir a la tránsfuga Ana Kringe, alcaldesa de Dénia, cerrando la candidatura; y en la que figuran un total de siete implicados por corrupción. Hasta el punto de que los cuatro primeros -Sonia Castedo, Gerardo Camps, Milagrosa Martínez y Luis Díaz Alperi- aparecen, involucrados en mayor o menor grado, en investigaciones en marcha. También están en esa situación: Pedro Hernández Mateo, David Serra y Yolanda García Santos, todos ellos ubicados en puestos de salida.

El jefe del Consell impone unas candidaturas a su medida y de plena confianza. Limpias ya de afines a Ripoll tras la caída de Gema Amor. Un arma de presión y una trinchera en la que parapetarse en el caso de que, a lo largo de los próximos meses, su situación judicial a raíz del caso Gürtel se complique. Camps, en cualquier caso, no es el único implicado en una investigación por corrupción que figura en la candidatura. Junto a los siete de la lista de Alicante -Castedo y Alperi por el PGOU de Alicante; Gerardo Camps por una pieza de Brugal; Milagrosa Martínez, David Serra y Yolanda García Santos, por el caso Gürtel; y Pedro Hernández Mateo, por operaciones durante su etapa como alcalde de Torrevieja- también figuran en la lista de Castellón Vicente Rambla, pendiente de la investigación por la supuesta financiación ilegal del PP; y Ricardo Costa, imputado igual que el jefe del Consell en el caso de los trajes de Gürtel y cada vez más cerca de la apertura de juicio oral. Génova tuvo importantes dudas con Costa pero, finalmente, no le quedó otra que aceptar.

La candidatura, en sus grandes trazos, responde a los nombres ya avanzados por este periódico. Junto a Sonia Castedo como cartel electoral para arrancar votos en Alicante, Camps contará con los cuatro consellers alicantinos: Trini Miró, Mario Flores, Angélica Such y Gerardo Camps, cabeza de lista en 2007, que se quedará ahora como número dos. Fuentes populares lo sitúan en un puesto de relevancia en las Cortes. Además, se incorpora el delegado de la Generalitat en Alicante, José Císcar, uno de los que apunta a un puesto de peso en el próximo Consell. A partir de ahí repiten todos los miembros de la actual bancada del PP y entra en un puesto que, de acuerdo a las encuestas, podría resultar electo la oriolana Eva Ortiz, que se podría sentar en las Cortes después de no obtener acta en Bruselas.

De forma directa o a través de las renuncias que se produzcan en el grupo del PP siempre que, de cumplirse las encuestas, Camps vuelva a formar gobierno, también podrían disfrutar de un escaño en las Cortes el alcalde de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado, y la primera edil de Aigües hasta el 22-M, Pilar Sol, defenestrada por Ripoll para un nuevo mandato y a la que Camps repesca. En esa misma situación se encuentra Elisa Díaz, la hija de Alperi que, durante muchas semanas, ocupó uno de los puestos fijos en la quiniela para la lista local de Alicante. Del actual grupo del PP, la única que no volverá a su escaño es Gema Amor. Y, con ella, los partidarios de Ripoll quedarán ya fuera del hemiciclo. Con ese escenario, la edil en Benidorm suma otro argumento más para dar portazo al PP y liderar una lista alternativa. La presión de los afines a Ripoll, que habían puenteado a Camps y habían remitido una propuesta alternativa a Génova, finalmente, no surtió efecto. La cúpula del PP de Alicante ha sido borrada de las Cortes. Ni un solo miembro del equipo que ganó el congreso de Orihuela en diciembre de 2008 aparece en la lista autonómica. Sí figuran, por contra, algunos de los que, amparados por Camps, perdieron el cónclave.