El voto en blanco ha sido la opción elegida en las elecciones municipales por 582.395 votantes, cifra que supone el 2,54% de los sufragios y representa un récord en la democracia, donde nunca se había superado la barrera de un 2% de voto en blanco en unos comicios estatales. Si los sobres vacíos depositados en las urnas computaran como una fuerza política más, en los comicios del domingo habrían quedado situados como la quinta opción electoral, detrás del PP, PSOE, IU y CiU, y por delante de UPyD.

Con los resultados de estas elecciones, el voto en blanco continúa la subida continuada que ha experimentado en todas las elecciones locales, con excepción de un bajada de 2003 y el retorno al alza de hace cuatro años.

Por otra parte, el voto nulo ha aumentado en las elecciones municipales hasta alcanzar la cifra de 388.315, el 1,69%de total, cota que nunca antes se había alcanzado en unas elecciones locales en España. Los votos nulos depositados en las urnas han sido 125.962 más que hace cuatro años, cuando su porcentaje quedó en el 1,17%. De las elecciones estatales celebradas en la democracia, fueron las generales de 1982 las que registraron mayo porcentaje de votos nulos, el 1,95% de los sufragios.

Los votos nulos son aquellos se que emiten en sobres o papeleta diferentes del modelo oficial, así como los emitidos en papeletas sin sobre o en sobres que contienen más de una papeleta de distinta candidatura. Se consideran igualmente nulos los votos emitidos en papeletas modificadas, con añadidos, tachaduras o nombres, así como aquellas en las que se hubieran introducido leyendas o expresiones.

Valor simbólico

Durante el último tramo de la campaña electoral, a raíz las protestas del Movimiento 15-M, se abrió un debate sobre el valor simbólico de los votos nulos frente a los blancos, que sí computan como válidos a la hora de considerar el porcentaje mínimo de representación necesaria para obtener escaño.