Las siete vidas de la gata "Leona" se las quitaron a golpes de escoba y de una "pata de cabra". El presunto agresor, de 47 años, fue detenido por la Policía Nacional acusado de un delito de maltrato animal y tras comparecer en dependencias policiales y alegar que mató a la gata porque había intentado atacarle a él y a un perro pequeño que tiene fue puesto en libertad con cargos, según informaron a este diario fuentes próximas al caso. La Fundación Raúl Mérida para la protección de los animales aseguró ayer, tras conocer la agresión, que se personará para ejercer la acusación particular. La última reforma penal contempla penas de 3 a 12 meses de cárcel, mientras que la ley 4/94 de la Generalitat contempla sanciones de 6.000 a 18.000 euros por maltrato a los animales.

Los hechos se produjeron en un inmueble del barrio Virgen del Remedio. Lenin, el dueño de "Leona", dejó al animal dos días en casa de su hermano Luis porque tenía que realizar un viaje. La gata estaba acostumbrada a bajarse por el balcón de noche y el pasado jueves por la mañana no apareció como hacía cada día. Sobre las tres y media de la tarde, Luis se sobresaltó al escuchar cómo maullaba un gato y oía golpes. Se asomó a la ventana del patio interior del inmueble y en la planta baja había un hombre golpeando con una escoba a la gata. Tras utilizar la escoba cogió una "pata de cabra" para rematar al animal, según denunció el testigo presencial a la Policía. Una vez muerta la gata la metió en una bolsa de basura, la tiró a un contenedor y limpió con agua el patio

Una patrulla policial se desplazó hasta el lugar tras ser alertada del caso de maltrato y tras entrevistarse con el presunto agresor acabó reconociendo los hechos y diciendo en qué contenedor había tirado la bolsa de basura con el cuerpo de la gata. En su descargo dijo a los agentes que la gata ya se había metido dos veces en su casa y que había intentado atacarle a él y a su perro pequeño en el salón de su vivienda. Sin embargo, los agentes constataron que ni el hombre ni su perro tenían arañazos.

El dueño de la gata, de origen ecuatoriano, conoce al hijo del arrestado y éste le pidió perdón y acudió a retirar la denuncia, pero la Policía ya le advirtió de que el proceso continuaría.

Lenin señaló ayer a este diario que tenía la gata desde hacía dos años -la cogió su madre de la Protectora- y era "cariñosísima con la gente", por lo que duda de que atacara al hombre. El dueño recogió el cuerpo de su gata del contenedor y la enterró en un descampado próximo a su casa del barrio Virgen del Remedio.