El continuo retraso de la maternidad, pero sobre todo el auge de los tratamientos contra la infertilidad, han provocado que en una década el número de niños que nacen de forma prematura se haya duplicado. Esta es una de las conclusiones que ayer se pusieron de manifesto en unas jornadas celebradas en el Hospital General con motivo del Día Europeo del Prematuro en la Comunidad Valenciano.

Actualmente, el 7,6% de los más de 18.00 niños nacidos en la provincia de Alicante lo hace antes de las 37 semanas de gestación, "una tasa ligeramente superior a la media nacional, que es del 6,71%", señala Remedios García, jefa clínica de la Unidad de Neonatos del Hospital General, de referencia para toda la provincia de Alicante. Aunque las razones de esta diferencia no están claras, García apunta "a la mayor tasa de nacimientos que se registra en la zona de Levante".

La Unidad de Neonatos alicantina comenzó a funcionar en el año 1974 y en 1991 fue designada de referencia provincial. En los últimos 14 años "hemos atendido a 887 niños con menos de 1.500 gramos y a 300 que pesaban menos de un kilo". El equipo que trabaja en este servicio ha logrado sacar adelante "a bebés que tan solo pesaban 520 gramos".

En paralelo al aumento de nacimientos de niños prematuros, "los avances en sus cuidados han sido increíbles, lo que ha hecho que la tasa de supervivencia haya mejorado muchísimo". Tanto es así que se ha conseguido dar la vuelta a la estadística. "En los años 70 fallecían el 95% de los niños que nacían con un kilo de peso, y ahora sobreviven el 95% de estos pequeños", apunta Remedios García.

La Unidad de Neonatos del Hospital General ha querido romper con el estereotipo de una sala llena de incubadoras con los padres contemplando a sus hijos a través del cristal. La unidad está abierta prácticamente las 24 horas del día para que, con moderación, los progenitores puedan estar con sus niños. Otros familiares, como las abuelas, también pueden acceder a la sala. Los niños que nacen de manera prematura pueden llegar a estar meses ingresados en el hospital. Una vez que reciben el alta tendrán que llevar consultas de seguimiento hasta los siete años.