El Puente Rojo cada vez hace menos honor a su nombre. Y es que gran parte de la pintura que recubre este icono estructural de Alicante ha saltado y las manchas blancas cada vez son más abundantes. Ésta es una de las muchas deficiencias que desde hace tiempo presenta este punto de conexión entre la Gran Vía y barrios como La Florida. Grafitis, excrementos de perros, pavimentos levantados, óxido y juntas de dilatación destrozadas son algunas de las muestras del deterioro que sufre este puente. Sin contar con la inseguridad que muchos vecinos denuncian en sus aledaños y el cobijo a indigentes que oferta por la noche.

Ante el proyecto de soterramiento de las vías del tren que efectuará Adif, que hasta la fecha pasan por debajo, la pregunta es si mantener o no esta construcción. La respuesta todavía no la tiene la concejala de Urbanismo, Marta García-Romeu, que subraya que llegará en breve y que por eso no se han planteado ninguna actuación ante el palpable deterioro del puente. No obstante, el debate está en la calle.

José María Hernández, portavoz de la asociación de vecinos La Voz de La Florida, asegura que ellos optan por la desaparición. "Nosotros hemos denunciado aspectos como que las juntas de dilatación están destrozadas y eso provoca un ruido muy molesto para los vecinos que viven al lado. Aparte, rompe la panorámica de la casas de toda esa gente, que de repente se han encontrado un mamotreto de estas características a pocos metros de sus ventanas. Algo que ni siquiera les permite ir en calzoncillos por el salón, ya que corren el riesgo de que les vean los conductores", sostiene.

Hernández informa de que a través de la plataforma Renfe, integrada por varias asociaciones vecinales, han presentado a Avant y al Ayuntamiento un propuesta que contempla la desaparición del Puente Rojo dentro del proyecto de soterramiento de las vías de Renfe. "En el defendemos un soterramiento también de la carretera justo por encima del de las vías del tren. El exterior nos gustaría que se construyera un parque y una rotonda", señala.

Plano presentado desde la Plataforma Renfe

Rubén Bodewig, arquitecto y miembro de la asociación cultural Alicante Vivo, tumba varios de los argumentos que ofrece Hernández. Considera que plantearse tirar un puente abajo por las juntas de dilatación es como "matar una mosca a cañonazos". Afirma que estas juntas son simplemente un trozo de goma con un tiempo determinado de vida útil y que simplemente habría que cambiar para evitar ese exceso de ruido cuando pasan los coches por encima. Tampoco está a favor de que se haga una rotonda, "ya que los parques que están en mitad de una rotonda dinamitan su seguridad y su fácil accesibilidad".

En su opinión, el problema es la falta de cuidados que recibe esta estructura, tanto a nivel de higiene física como de seguridad e iluminación, "lo que finalmente lo convierta en un punto que la gente ve con malos ojos". Denuncia que no es más que otro ejemplo del poco interés del Ayuntamiento por las cosas que no están en el centro, equivalente a lo que pasa en otras zonas como San Gabriel o Virgen del Remedio.

Bodewig, en nombre de Alicante Vivo, defiende que se mantenga el puente en el proyecto de soterramiento, ya que considera que bajo éste también se podría hacer un parque, "como ocurre en otras ciudades como Valencia en el cauce del ríoTuria. Es un parque y tiene varios puentes que lo cruzan. Sería increíble tener un parque en la entrada de la ciudad como un icono como el Puente Rojo". Y es que para él, aunque esta construcción no tenga la edad suficiente, ya es una especie de icono para mucha gente de la ciudad. "Además, sólo tiene 20 años, y el coste de un puente una ciudad lo rentabiliza a los 100 años. Sería un despropósito económico convertirlo en chatarra y optar por otras inversiones para sustituirlo, y más con la que está cayendo", explica.

El arquitecto alicantino sólo contempla la idea de quitar de ahí el puente si se trasladara a otro lugar. "Hay otros puntos que precisan de un puente, como por ejemplo hacer una conexión del Campus de San Vicente con el Parque Científico. Si se reutilizara sí que podríamos considerar su retirada coherente", dice.

Otros vecinos de la zona defienden la idea de que se mantenga siempre que el Ayuntamiento arregle las juntas de dilatación, se instale un asfalto más granulado y pantallas sónicas. Todo con el fin de reducir el ruido del tráfico.

Movilización en enero

El portavoz de la asociación La Voz de la Florida, José Marían Hernández, anuncia que en enero se movilizará toda la plataforma Renfe para exigirle al Ayuntamiento que apruebe el proyecto urbanístico del plan de soterramiento, "ya que ha prometido que lo haría antes de final de año y todavía estamos esperando".