­«Somos la escuela pública y estamos aquí para defenderla». Así arrancó ayer el manifiesto al que puso voz Ismael Vicedo, portavoz de la Plataforma, al término de la multitudinaria protesta que recorrió las calles de Alicante. A las puertas de la Delegación del Consell, en la Casa de las Brujas, se pudieron escuchar las principales reivindicaciones de docentes, padres y alumnos. El texto, leído en valenciano, recogió en su inicio la «situación insostenible» de la educación pública. «Nos hemos acostumbrado a las continuas agresiones, a que se aumente la ratio de las aulas, se recorten grupos, a la eliminación de programas de atención a la diversidad, que no se cubran en tiempo las bajas del profesorado y no se paguen los gastos de funcionamiento a los centros…», reflejó el manifiesto firmado por las organizaciones convocantes.

Pero no sólo fueron reproches a la política educativa autonómica, la corrupción también estuvo muy presente frente a la Delegación del Consell. «Parece que la escuela pública es la culpable de la crisis y del déficit. Que no nos engañen, el único culpable de la crisis es la Generalitat. Han dilapidado nuestro dinero en proyectos ruinosos como Terra Mítica, el aeropuerto de Castellón o la Fórmula 1. Y además han desmantelado los recursos financieros como la CAM», afirmó un escrito con un evidente fondo político, que continuó con una sentencia categórica: «Todo lo que tocan lo han arruinado y encima se han enriquecido. ¿Os suenan los casos de corrupción como Gürtel, Emarsa o los contractos millonarios con el Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin? Nos han robado y nos continúan robando. No lo consentiremos ni un minuto más. Ya está bien de ladrones y corruptos».

La lectura del manifiesto, secundada con aplausos continuos de los presentes, también denunció la intención del Consell de «desmantelar los servicios públicos, con la excusa de la crisis» y la paralización de los centros públicos. «No tenemos dinero para pagar la luz, el agua, la calefacción o el teléfono… ¡Ni para comprar bolígrafos!», se escuchó frente a la Casa de las Brujas, antes de que se recurriese al lema de la manifestación: «Queremos más inversión, más calidad, más valenciano y más dignidad en la escuela pública».

En la recta final llegó el turno para las principales reivindicaciones al Gobierno de Fabra. En resumen, tres: retirar el decreto-ley, pagar las deudas a los centros y poner fin a los recortes. Y una advertencia como epílogo: «Exigimos que escuchen el clamor de miles de personas. Si no rectifican, aquí estaremos todas las veces que haga falta». Un largo aplauso disolvió una protesta que colapsó Alicante.