La Conselleria de Sanidad quiere que el ahorro se convierta en la piedra angular del departamento. Y para ello está dispuesta a incentivar económicamente a quienes más contribuyan a reducir el gasto. Según las nuevas medidas de ajuste que está preparando el departamento de Luis Rosado los centros de salud contarán con "un nuevo modelo de productividad variable", donde el ahorro conseguido por parte de los profesionales "será tenido en cuenta". Estas medidas fueron dadas a conocer por la secretaria autonómica de Sanidad, Manuela García, a los sindicatos de la mesa sectorial en una reunión mantenida en Valencia.

La responsable de Sanidad desgranó algunos de los aspectos donde se quiere poner la lupa para lograr ahorrar. En concreto, Sanidad quiere controlar las pruebas analíticas que se hacen en los centros públicos "evitando duplicidades". Al mismo tiempo, se quiere reducir hasta en un 5% la realización de resonancias en centros privados. La petición de este tipo de exploraciones, además, "tendrá que tener el visto bueno del jefe de servicio de cada unidad". La Conselleria de Sanidad también tiene la intención de que se revisen los historiales de aquellos pacientes que más consumo farmacéutico provocan.

Estas medidas se suman a las que la Conselleria de Sanidad ya anunció el pasado mes de diciembre, entre ellas la de establecer un menú básico común, cobrar una tasa ante la pérdida de la tarjeta SIP, facturar directamente a los pacientes extranjeros o eliminar las operaciones de cataratas del plan de choque para que sean asumidas por los hospitales públicos.

La conselleria informó a los sindicatos de que también está estudiando la racionalización de turnos y guardias, así como el control del absentismo y las sustituciones. Aunque la secretaria autonómica no concretó cómo afectarán estas medidas al personal sanitario, desde el sindicato de enfermería Satse aseguran que vigilarán que su cumplimiento no perjudique a los trabajadores. "La Administración está intentando demonizar nuestra figura, cuando estamos haciendo un esfuerzo enorme para que la Sanidad de nuestra autonomía siga siendo puntera", explicó ayer Ana Pareja, secretaria general autonómica del Satse. Para Pareja, los funcionarios de la Sanidad y la Educación "estamos pagando por todo lo que se ha despilfarrado en esta Comunidad".

Por su parte, desde CC OO se rechaza que a los sanitarios se les pueda pagar un incentivo por ahorrar. "No tiene ningún sentido que lo que te quitan por decreto ley luego te lo paguen a través de un incentivo". En este sentido, los grupos de la mesa sectorial piden que el Consell retire este decreto.

Sin profesionales fijos

Por otro lado, el Satse ha criticado que la gerencia del Hospital General de Alicante, quiera poner en marcha una Unidad de Cuidados Intermedios sin contratar a nuevo personal. Según ha denunciado el Satse este nuevo servicio funcionará con el llamado personal volante, es decir, con trabajadores que normalmente se encargan de cubrir bajas y sustituciones de compañeros. Una situación "que va a provocar una mayor sobrecarga de trabajo y un empeoramiento en la asistencia que se presta al paciente", asegura Carmen Flores, responsable de este sindicato en el Hospital General.

El nuevo servicio funcionará como apoyo a la Unidad de Cuidados Intensivos del centro sanitario y contará con 8 camas para pacientes que aun estando en situación crítica, su estado no es tan grave como para ingresar en la UCI. La gerencia del Hospital quiere destinar a esta unidad, que previsiblemente entrará en funcionamiento en las próximas semanas, a 11 enfermeros y 7 auxiliares.

Por otro lado, la Generalitat Valenciana abonó ayer a los farmacéuticos los 60 millones que quedaban pendientes del pago que efectuó el pasado martes, según confirmó el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Alicante, Jaime Carbonell.