El robo de diez metros de cobre -material con el que se fabrican gran parte de las redes de comunicaciones del TRAM- obligó ayer a cancelar dos trenes entre Alicante y Benidorm, y cuatro tranvías de las líneas 3 (Alicante-El Campello y Luceros-Playa de San Juan). Incidente que alteró, además, la circulación del resto de los servicios durante todo el día con retrasos medios de veinte minutos. Mil pasajeros se vieron directamente afectados por el hurto que se produjo sobre las cuatro de la madrugada pero afectó sensiblemente a la circulación entre las seis y media y las nueve y media de la mañana. Franja horaria en la que los tranvías concentran gran parte de sus ocho mil pasajeros diarios, al tratarse de la hora de entrada en el trabajo, colegios e institutos. El valor económico de lo sustraído (apenas 20 euros por los tres kilos de cobre en el mercado negro) provocó, sin embargo, pérdidas intangibles importantes, como lo demuestra el hecho de que muchos viajeros llegaron ayer tarde al trabajo.

El robo se produjo, además, en un tramo de vía única entre la parada de la Albufereta y el apeadero de Sangueta, próximo a la estación de La Marina, en la playa del Postiguet. El cable de cobre sustraído alteró el funcionamiento de todo el sistema de señalización obligando a restringir el tráfico porque muchas de las operaciones se hicieron de forma manual. Los servicios técnicos lograron restablecer el sistema de señalización a las 9.30 horas pero la normalidad no se recuperó hasta bien entrada la tarde.

Red de aluminio

La dirección de Ferrocarriles de la Generalitat puso a mediados del año pasado un plan de choque para tratar de evitar la ola de robos de cable de cobre que había sufrido y que le provocaron unas pérdidas de 180.000 euros. Los sucesivos robos a lo largo de la línea Alicante-El Campello provocaron la sustracción de mil metros de cable que no se recuperó. Para evitar nuevos incidentes y ante la proliferación de bandas cada vez mejor organizadas, FGV comenzó a incorporar a la red cable de aluminio, que no tiene valor en el mercado.

El cobre se ha convertido en los últimos años en un metal de gran valor debido al imparable aumento de los precios hasta el punto de que una tonelada puede alcanzar los 6.000 euros en el mercado negro. El cobre es, además, la materia principal para la fabricación de los cables que alimentan las redes ferroviarias (caso del tranvía) y de telecomunicaciones que, hasta ahora no han gozado de vigilancia eficaz, lo que ha disparado las acciones delictivas en la provincia y en toda España, máxime por la fuerte recesión económica.

Lo cierto es que la línea del TRAM llevaba varios meses de tranquilidad. El último incidente se produjo a principios del verano pasado cuando un problema técnico en la red automática que regula la circulación de los tranvías entre Alicante y Benidorm, unido, precisamente, al robo de 270 metros de cable de cobre en la subestación eléctrica de la avenida de Dénia, provocaron el colapso durante dos horas de la red del TRAM. El robo del cable afectó al suministro de electricidad se redujo a la mitad, lo que añadió más trabas a la reanudación del servicio.

El cobre es uno de los metales más utilizado del mundo. Se utiliza en industrias como la construcción y la fabricación de maquinaria, aplicaciones eléctricas, productos de uso doméstico, monedas y otros. Ayer, el metal cotizaba en la Bolsa de Londres a 9.400 dólares la tonelada.

El tráfico crece un 6% en enero con un total de 422.484 usuarios

Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) registró en enero un incremento de clientes de un 6% respecto al mismo mes de 2011. Concretamente, el tranvía fue el medio de transporte elegido por 422.484 usuarios, 22.378 más que en el mismo periodo del año anterior. Los viajeros de enero se repartieron entre los 245.134 que se movieron entre Alicante y Campello (precisamente la línea afectada ayer por el robo de cobre), y los 177.350 viajeros que lo hicieron por el resto de líneas de FGV (Alicante-Benidorm y Benidorm-Dénia). La red que gestiona la Generalitat en Alicante tuvo el pasado mes una afluencia media diaria de más de 13.500 pasajeros. El tranvía ha consolidado en los últimos meses el importante incremento de clientes en la zona Alicante-El Campello y Alicante-Playa de San Juan, observado desde su llegada al corazón de la capital y la apertura de la estación de Luceros y el cambio de trazado de la Línea 4 para que su cabecera estuviera en Luceros. F. J. B.