El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad (TSJ) confirmó la imputación de Rafael Blasco Castany por seis graves delitos vinculados a la investigación judicial por el supuesto desvío de, al menos, seis millones de euros destinados a ayuda al tercer mundo durante su etapa como conseller de Cooperación en el gobierno de Francisco Camps. La imputación de Blasco, la tercera que afecta a diputados autonómicos del PP en apenas 24 horas tras las de Sonia Castedo y Luis Díaz Alperi por el supuesto amaño del plan urbanístico de Alicante, precipitó ayer su dimisión como portavoz del PP en las Cortes, desenlace que estaba "congelado" desde el pasado mes de junio, aunque, por contra, el veterano dirigente popular se atrincherará en su escaño del Palau dels Borja para mantener su condición de aforado. "Es un alivio poder defenderme después de dos años de linchamiento", declaró Blasco sobre una resolución que, de facto, pone su dilatada carrera política, primero en las filas socialistas y después con el PP, encarando ya la recta final.

En su primer gran caso desde que accedió hace un año a la sala de lo civil y lo penal del TSJ, la magistrada Pía Calderón atiende en su totalidad los argumentos del juzgado de instrucción de Valencia que le remitió el sumario por la condición de Blasco de aforado -una protección para diputados y miembros del Consell que obliga a seguir la investigación en el alto tribunal valenciano- e imputa al dirigente popular al estimar "sólidos indicios" de su participación en los presuntos delitos de fraude, cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, falsedad y malversación, penados con cárcel e inhabilitación en el supuesto de condena. Rafael Blasco está citado ante la instructora el próximo 18 de octubre a partir de las diez de la mañana. Será el último en declarar dentro de una causa que acumula año y medio de investigación con 28 imputados -uno de ellos, el empresario Augusto César Tauroni, actualmente en prisión- y que obligó a Alberto Fabra a destituir a otros dos altos cargos vinculados con la gestión de Blasco y encausados igualmente.

En el flanco político, la dirección del PP volvió a aplicar los nuevos estatutos aprobados el pasado mes de febrero y decretó la apertura de un expediente informativo contra Rafael Blasco. En el ámbito judicial, se inicia ahora un procedimiento que culminará con la decisión de la instructora, si procede, de llevar el asunto a juicio o, por el contrario, con el archivo. Sea como fuere, la delicada situación de Rafael Blasco abre otro frente en el grupo parlamentario del PP, que ya acumula una decena de imputados en los casos Gürtel, Brugal, la trama de Cooperación y la gestión en el Ayuntamiento de Torrevieja. Falta por ver que ocurre, igualmente, con el sumario sobre el supuesto reparto de comisiones en la visita del Papa a Valencia. Con la renuncia de Blasco, Fabra tendrá que realizar una amplia remodelación de la cúpula del grupo del PP en las Cortes Valencianas que, incluso, podría tener su efecto sobre la composición del Consell, aunque los detalles están aún en el aire.

El hasta ahora portavoz parlamentario del PP pactó con Fabra hace tres meses y medio, cuando el juzgado de instrucción se inhibió y remitió el caso al TSJ, una "hoja de ruta" que incluía su dimisión como síndic cuando se consumara la imputación. Llegó a poner su cargo a disposición del jefe del Consell, que optó por seguir a pies juntillas las mismas pautas con todos los imputados para no abrir heridas internas. "Ya sabe el camino", apuntó Fabra entonces dejando claro que Blasco conocía el final de la historia. La decisión se mantuvo cuando el alto tribunal valenciano se declaró competente el pasado 6 de septiembre para investigar la trama de las ONG. En junio, como se recordará, Rafael Blasco renunció, de forma provisional, a la portavocía -interinidad que ha asumido durante este tiempo Rafael Maluenda- hasta que decidiera el TSJ. Hoy, antes de que arranque el pleno de las Cortes, Blasco renunciará definitivamente al puesto durante la reunión de la dirección del grupo en las Cortes, lo que le obligará a desalojar el escaño que ocupa detrás del jefe del Consell y pasar a otro plano.

"Garantía procesal"

El exconseller, en cualquier caso y tras conocer la resolución judicial, rebajó la importancia de la imputación. "No es más que una garantía procesal para defenderme", aseguró Blasco que asumió la citación con "tranquilidad" y como una "oportunidad" para poder explicarse después de dos años, aseveró, de "linchamiento". El veterano dirigente se mostró "aliviado" y "convencido" de que saldrá de los tribunales "sin cargos". En declaraciones recogidas por la agencia EFE, se presentó como víctima de un "linchamiento político" y de una situación "de indefensión", por lo que la imputación judicial, recalcó, le va a permitir "aclarar cuestiones" y colaborar con la justicia para tratar de garantizar su "honorabilidad".

Blasco defendió su decisión de mantenerse en el escaño y aprovechó para cargar contra la oposición. "Están acostumbrados a criminalizar la vida pública", algo que ya hizo la legislatura pasada con algunos cargos del PP -en alusión a Camps- y con la que consiguió un "gran fracaso". El ya exportavoz popular lamentó la reincidencia en esa actitud, porque no es "nada respetuosa" con principios del Estado de derecho, aseveró, como la "presunción de inocencia, el derecho a una defensa justa o evitar juicios paralelos".

"La oposición, como no tiene alternativas, intenta desviar esa carencia hacia la criminalización política, y así les va", sostuvo. El dirigente popular, además, consideró que las afirmaciones de la oposición están "trufadas de cinismo y de hipocresía". "Hay miembros de esos partidos que han estado imputados y han sido judicializados, y no presentó la dimisión nadie", subrayó. En la cúpula popular ya esperaban desde el lunes decisiones judiciales inminentes sobre Rafael Blasco, algo que sigue mermando al PP.

Rus mantiene su apoyo al exsíndic:

"Es un señor"

El presidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial, Alfonso Rus, se convirtió ayer en el único apoyo del exsíndic popular, Rafael Blasco. Conocida su imputación por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad y a preguntas de este diario, Rus mantuvo su confianza en Blasco. "Me ha dicho que no hay nada de nada; y le creo", manifestó el líder provincial, quien defendió la presunción de inocencia del exconseller, que, como se recordará, forma parte de su ejecutiva. "Si a mí me miente, será problema de él", añadió. Rus insistió en que la situación de imputación no es sinónimo de culpabilidad. "Le puede pasar a cualquiera", manifestó, al tiempo que recordó casos de dirigentes que fueron llamados imputados y luego el caso de archivó. J. ruiz