­­Montar una empresa hoy en día no es fácil, sobre todo si sales de las listas del paro, si recurres a préstamos o ayudas de la familia y si dependes de una subvención que te han concedido pero que no llega nunca. Así se encuentran unos 2.000 pequeños emprendedores en la provincia, 6.000 en toda la Comunidad Valenciana, que esperan desde hace dos años a cobrar las subvenciones concedidas por la Generalitat a través de la Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo a los trabajadores desempleados que dejaran las listas del paro para crear una empresa, según los datos de la Plataforma de Autónomos sin Subvenciones creada el año pasado.

Estas subvenciones, vinculadas al Fondo Social Europeo, se crearon en 2006 con la intención de ofrecer a gente que estaba en el paro la posibilidad de crear una empresa ayudándoles con un pequeño capital inicial para que los parados se convirtieran en emprendedores. El desempleado tenía que presentar un plan de negocio viable, invertir un mínimo de 5.000 euros y funcionar al menos 3 años como autónomo y, por su parte, la Generalitat aportaba una ayuda de entre 5.000 y 10.000 euros en función de las condiciones de cada proyecto. Hasta 2009, los pagos se realizaron con normalidad pero a partir de 2010, al arreciar la crisis, la Generalitat dejó de pagar.

Tal como ha señalado JulioLujan, portavoz en Alicante de la Plataforma, «a mitad de 2010 desapareció el dinero. Ese año se aprobaron 23 millones para los emprendedores pero la Generalitat sólo pagó el 40% y a partir de ahí, dejó de pagar» creando una situación «crítica» para muchos de los pequeños empresarios que se lanzaron a abrir un negocio animados por la publicidad del Servef y por los buenos resultados de estas ayudas los años anteriores. Tal como señala Luján, «muchos recurrieron a préstamos de su propia familia pensando que el pago de la subvención iba a ser inmediato». Al comprobar que no, los afectados presentaron reclamaciones individuales al Servef y los miembros de la Plataforma acudieron al Síndic de Greugues «que nos ha dado la razón en todos los casos y ha instado a la Conselleria a pagar de inmediato pero dicen que no tiene dinero», según han señalado.

Huelga de hambre

Pese a esa falta de fondos, la Generalitat desde 2011 sigue convocando y concediendo las ayudas a los desempleados que dejen las listas del paro para montar un negocio, pero aquí no cobra nadie. Bueno, casi nadie, porque un empresario de Burriana logró su subvención tras realizar una huelga de hambre el año pasado. «Este hombre tenía un negocio de chucherías y llegó a estar 20 días de huelga de hambre y al final le pagaron. No sé si lo que quiere la Generalitat es que nos pongamos todos en huelga de hambre porque parece que es la única forma de cobrar» señala Julio Luján, para añadir que, a su juicio, «es inadmisible que no sólo no paguen lo que ya han concedido, sino que además sigan convocando las ayudas. Eso es un engaño a la gente porque te metes en un negocio, te das de alta de autónomos y te conceden la ayuda pero no te dan el dinero, y encima tú tienes que aguantar al menos tres años con el negocio si quieres cobrar algún día porque, si cierras antes, pierdes la subvención. Es de locos».

Los afectados por los impagos en la Comunidad mantienen una actividad reivindicativa muy intensa. Además de recurrir al Síndic y de reclamar constantemente los pagos, tienen una activa presencia en las redes sociales, están llevando sus casos a los plenos municipales de las principales ciudades de la Comunidad y recabando el apoyo de otras entidades y partidos de la oposición que han presentado en las Cortes preguntas sobre el calendario de pagos a la consellera María José Català. Además, no pierden la oportunidad de protestar, como hicieron el pasado día 15 en el acto de presentación del Portal del Emprendedor de la Generalitat en Valencia cuando miembros del colectivo recibieron al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con pitos interrumpiendo además su discurso al grito de «Pinocho, fuera, fuera». De momento, han conseguido que la consellera les reciba el próximo día 3 en Valencia para intentar negociar un calendario de pagos.

Desde la Plataforma de afectados se cuantifica la deuda del Consell al colectivo en 40 millones de euros en la Comunidad, unos 14 de ellos a los emprendedores alicantinos. «Alguien debería explicar qué ha pasado con el dinero que estaba destinado a la creación de empleo», ha señalado el portavoz de los afectados, para añadir que «si ese dinero hubiera llegado a los emprendedores como estaba previsto, se habrían creado miles de puestos de trabajo, pero en cambio hay muchos de los que abrieron que han tenido que cerrar pese a que ello conlleve renunciar a la subvención, dado que uno de los requisitos cuando nos la aprobaron fue que estuviéramos en activo un mínimo de tres años».

Para los afectados, las ayudas, mientras funcionaron, fueron un aliciente para los desempleados, aunque consideran que a la administración pública también le salía a cuenta. «Como para darte la subvención tenías que estar dado de alta en autónomos por lo menos 3 años porque si no había que devolver la ayuda con intereses, se garantizaban cobrar el pago de autónomos al menos tres años, una cifra que supera la de la ayuda», señala Julio Luján.

CARMEN MOLINA

PROPIETARIA DE UN CENTRO DE ESTÉTICA

«Con lo que me debe el Consell podría contratar a otra persona»

Carmen muestra las tartas de jabón artesano que ella misma elabora. Foto: Pilar Cortés

Al quedarse en el paro, Carmen Molina optó por abrir un centro de estética en el barrio de Benalúa en Alicante. En base al plan de ayudas para creación de nuevas empresas, la Generalitat le concedió una subvención de 7.000 euros de la que no ha visto ni un euro. Carmen asegura que abrir un negocio hoy en día no es fácil. «Yo me di de alta como autónoma, eché mano de los ahorros familiares, y contaba con la aportación del Consell con la que podría contratar a una persona porque estoy sola. Se trata de un negocio viable y así me lo reconoció la Generalitat al aceptar mi plan de negocio pero, de momento, no tengo grandes esperanzas en que nos paguen a corto plazo».

MANUELA NICOLÁS

PROPIETARIA DE UNA ACADEMIA

«Nosotros no podemos dejar de pagarles, pero ellos a nosotros sí»

Manuela, en su centro de actividades extraescolares de Alicante. Foto: Pilar Cortés

«Yo sabía que las subvenciones de la Generalitat tardaban, pero no creía que tanto», señala Manuela Nicolás, propietaria de una academia de enseñanza no reglada del centro de Alicante. Y es que ya hace dos años desde que la Generalitat le concedió 7.000 euros por la apertura de un negocio. Manuela compró sus ordenadores con un dinero que le dio su madre, pero como hace 3 años que abrió su empresa «ya necesito cambiarlos». Según dice, «las subvenciones te animan a abrir, son un incentivo y cuentas con eso cuando te planificas. Yo pago religiosamente a Hacienda, pago todos mis impuestos y duele ver que despilfarran mientras te dicen que no te pueden pagan lo que te han concedido».

BEGOÑA TRASCASAS

PROPIETARIA DE UN CENTRO DE ESTÉTICA

«Monté el negocio con el dinero del paro y con préstamos»

Begoña, en su centro de estética en el barrio de Benalúa. Foto: Pilar Cortés

Cuando Begoña Trascasas perdió su trabajo en un centro de estética, optó por abrir el suyo propio en Alicante aprovechando el dinero del desempleo. «Pedí cobrar todo el paro junto, solicité préstamos avalados por mi familia y, aprovechando la subvención por creación de empleo estable, contraté a una chica a la que tengo que tener al menos 3 años para no perder la subvención de la Generalitat». Esta subvención asciende a 13.000 euros, pero no sabe cuándo la recibirá. «Ahora con la crisis tengo un montón de deudas y necesito el dinero», afirma, para añadir que «ya que no me pagan, podrían cogerlo de lo que les tengo que pagar yo de autónomos o de seguridad social, pero eso no lo aceptan».

SERGIO MAÑAS

PROPIETARIO DE UNA PLATERÍA

«Parece que estén esperando que cerremos para no pagar la ayuda»

Sergio posa en su tienda con un cartel de protesta por los impagos. Foto: S. G.

Sergio trabajaba en la construcción y en 2009 se quedó en paro. Como su mujer, Carmen López, diseñaba joyas que vendía por las tiendas, optaron por crear su propio negocio animados por las subvenciones prometidas por la Generalitat. Así, el año pasado abrieron una tienda de reparación, taller y venta de objetos de plata en Dénia y el Consell les concedió una ayuda de 7.000 euros que no han recibido. Carmen asegura que «vamos muy justos y necesitamos el dinero». al tiempo que se muestra indignada: «Nos han vendido la moto. Creo que, como para que te den la ayuda hay que estar al menos 3 años en autónomos, van a esperar a ver si algunos cerramos antes y se lo ahorran».

LAS CIFRAS

2.000

Afectados en la provincia

Según los datos de la Plataforma de Autónomos sin Subvenciones, en la provincia hay unos 2.000 emprendedores esperando cobrar la ayuda. En toda la Comunidad Valenciana serían unos 6.000

14 MILLONES DE EUROS

Deuda global en la provincia

Desde 2010, cuando la Generalitat dejó de pagar las ayudas, la deuda asciende a unos 40 millones de euros en la Comunidad, 14 de ellos a emprendedores alicantinos.

7.000 EUROS

Ayuda media por desempleado

Las ayudas concedidas oscilan entre los 5.000 y los 10.000 euros en función del proyecto y del solicitante con la condición de estar dado de alta en autónomos al menos 3 años.