Los comercios del centro de Alicante quieren que se liberalicen los días y horas de apertura y cierre de los establecimientos, como ya ocurre en Madrid. Así se lo comunicaron ayer diversas entidades y asociaciones de comerciantes a la alcaldesa, Sonia Castedo, a la que pidieron que delimite el centro como zona de gran afluencia turística, lo que, de acuerdo a la Ley de Comercio de la Generalitat, permitiría generalizar la flexibilidad de horarios, aunque la norma ya permite a los establecimientos con una superficie de menos de 300 metros cuadrados abrir 90 horas a la semana a elección del empresario, según explicó Vicente Armengol, portavoz de los comerciantes y presidente de Corazón de Alicante.

Armengol añadió que lo que buscan con esta propuesta es un motor para la economía local. "Si Alicante funciona de verdad, y no a medias tintas, como zona de afluencia turística, habrá negocios a los que les interese abrir un domingo porque habrá movimiento. Se trata de promover acciones que propicien que la gente venga, que los cruceristas se queden. Está claro que ahora no hay un motor pero el Mercado Central lo fue, por ejemplo, el 8 de diciembre. Abrió y muchos establecimientos abrieron, y lo mismo pasará el día 23. No tiene sentido abrir si no existe rentabilidad, con esto intentamos que el turismo se quede y generar interés".

El AVE como motor

Los comerciantes destacaron la "unidad de acción" que está detrás de esta iniciativa, que busca revitalizar el comercio de cara al próximo año, en el que está prevista la llegada del AVE a Alicante. "Esto requiere potenciar aspectos como el turístico, el cultural, el ocio o la gastronomía para que Alicante pueda competir con otras ciudades y potenciarla como destino. Ante el reto que tenemos con el AVE debemos tener capacidad de maniobra y ofrecer cosas para competir con otros territorios que se nos están colando en casa", dijo, en clara alusión a Murcia, "que tiene una oferta variada".

Con esta petición, las asociaciones de comerciantes y empresas implicadas han querido "coger las riendas" antes de que llegue una imposición por parte de la administración. "Queremos liderar una iniciativa que persigue que cada uno pueda abrir según su ubicación o necesidades. Para los que están en un área de influencia turístico comercial puede ser más rentable abrir el domingo y descansar el lunes. Es el momento de reformular el negocio, que ha cambiado una barbaridad en poco tiempo. Es un tren al que quien quiera pueda subirse".

La Federación de Pequeño y Mediano Comercio de Alicante (Facpyme) también estuvo representada en este encuentro, al que asistió la edil de Comercio, Belén González, así como representantes de la Asociación de Comerciantes de Rambla y Adyacentes (ACRA); Maisonnave y Adyacentes; Centro Sur; Más que Centro; Gerona y Adyacentes; El Corte Inglés y Mercadona, aunque están abiertos a nuevas adhesiones.