El Hospital de Sant Joan se ha convertido en el segundo centro público de la Comunidad Valenciana en disponer de un equipo de resonancia magnética. El nuevo aparato permitirá que cada año 8.000 pacientes del departamento del Hospital de Sant Joan puedan ser sometidos a estas pruebas diagnósticas en el mismo centro sanitario, evitando el desplazamiento a otros hospitales, incluido el de los enfermos hospitalizados, con el trastorno que conlleva. En la última década, la Conselleria de Sanidad ha desembolsado cerca de 15 millones de euros a las clínicas privadas que realizaban las resonancias del departamento de Sant Joan.

Entre las características de la nueva resonancia que ayer inauguró el conseller destaca su túnel (agujero en el que el paciente tiene que acomodarse), con el diámetro más grande disponible (70 centímetros), "lo que permite al paciente sentirse más cómodo y reduce considerablemente la sensación de claustrofobia", explicó ayer Llombart. Otro aspecto destacable, añadió el conseller, es que produce bastante menos ruido, "algo que también incide en la comodidad de pacientes y profesionales".

Para la instalación de este equipo se tenido que construir un nuevo edificio en el patio del hospital, que consta de 214,22 metros cuadrados en la planta baja y en el sótano, donde se encuentran los cimientos, de 205,63 metros cuadrados.

Mejor diagnóstico

La resonancia permite mejorar el diagnóstico y el tratamiento, ya que posee una mayor capacidad de discriminación de estructuras del cuerpo humano. De esta manera caracteriza mejor que otras técnicas determinadas lesiones de muy pequeño tamaño y, en consecuencia, tiene una mayor capacidad diagnóstica de enfermedades cerebrales y oncológicas. Los exámenes más comunes que se realizan mediante resonancia son los del sistema nervioso central y musculoesqueléticos (ambos representan el 80% de las exploraciones); el resto, se reparten entre el abdomen y el tórax.