Dos años y medio después de acabarse la primera fase del polideportivo de Villafranqueza, el complejo languidece sin que, de momento, parece que vaya a abrirse al público mientras los vecinos del barrio no acaban de entender por qué sigue cerrado tras haberse realizado una inversión de alrededor de 800.000 euros.

Una valla metálica rodea el complejo a través de la cual se ve la pista polideportiva y el circuito de tartán que la circunda, así como las entradas a los vestuarios y a la futura cafetería del polideportivo. Sobre la pista se encuentran dos porterías y canastas para baloncesto, así como media docena de placas solares "aunque había más, pero las robaron aprovechando que esto está sin vigilancia", según señala José, uno de los vecinos de la zona.

Recientemente, se han depositado en el recinto varios aparatos de deporte para adultos que se ven desde los alrededores aún cubiertos con su embalaje, nadie sabe muy bien para qué porque, de momento, no parece que vayan a utilizarse.

Las obras acabaron a finales de 2010 tras 25 años de reivindicaciones vecinales, pero las deficiencias detectadas en el complejo han imposibilitado su apertura, según ha señalado el concejal de Deportes, Mariano Postigo. "Se trata de filtraciones de agua, cristales reventados por el armazón de los vestuarios y corrimiento de tierras de las jardineras que la empresa que ha realizado las obras ha de subsanar. En caso contrario, no se le devolverá la fianza y con ese dinero realizaremos las reparaciones", ha señalado el edil, quien no ha sabido estimar cuándo se resolverá el problema y los alicantinos podrán disfrutar del recinto.

De momento, según Postigo, "hay un plazo para que la empresa presente alegaciones que luego se tienen que resolver. Es un trámite que hay que realizar pero, para abrir, el polideportivo tiene que estar perfecto". Con esta última afirmación coincide el presidente de la Asociación de Vecinos de Villafranqueza, Ulpiano Colás, quien considera que "mientras no se arregle la chapuza que han hecho no se pude abrir porque además, aquello está a medias".

El representante de los vecinos asegura que, tal como se ha hecho, la práctica deportiva en el complejo resulta peligrosa. "La pista se ha construido sobre una antigua balsa que se ha rellenado con escombros. Se trata de una zona con aguas subterráneas y podría ocurrir que aquello se desplomara, por lo que nosotros estamos en contra de que se abra hasta que lo arreglen", algo que Colás pide se lleve a cabo con la mayor celeridad "porque dos años y medio es suficiente tiempo para que se hubiera arreglado y, sin embargo, seguimos esperando".

También ha denunciado el vallado del recinto que, sobre todo en los laterales, posibilita un fácil acceso a los ladrones, "que ya han entrado varias veces y se han llevado cables, grifos y material".

El complejo que está pendiente de apertura es sólo la primera de las tres fases contempladas en el proyecto del polideportivo del Palamó que abarca una superficie total de 30.000 metros cuadrados. La segunda fase contempla la construcción de otra pista de fútbol 7, la continuidad del circuito, vestuarios soterrados, aulas de biblioparque, elementos recreativos y zonas verdes.

Velódromo

En una tercera fase se contemplaba un ambicioso plan de construcción del primer velódromo ciclista sobre una superficie de alrededor de 13.500 metros cuadrados, proyecto que posteriormente se aparcó para ser sustituido por más pistas deportivas y una piscina.

Todo esto ha quedado, de momento, aparcado por falta de financiación y el objetivo principal de autoridades y vecinos es reparar las deficiencias de la obra, abrir lo que ya está hecho para el uso de los alicantinos y evitar el deterioro que la falta de uso provoca de las instalaciones.