¿Qué opina de que las oposiciones valoren más la nota?

Tengo mi oposición aprobada desde el primer año en que me presenté, así que no me afectaría, pero creo que deberían conjugarse las dos cosas, las notas de los que quieren empezar y la experiencia de quienes han demostrado su valía. El que vale para ser interino tiene que ser considerado. Las cosas antes funcionaban de otra forma. Yo fui directamente a pedir una plaza que sabía que había en Monóvar y me la dieron.

¿Maestra de escuela?

Eso es, siempre en Primaria y en colegios públicos. Saqué las especialidades de Matemáticas, Ciencias Naturales, Música y unos cursos de Educación Especial para cubrir todas las posibilidades.

¿El momento más duro de su trayectoria docente?

Los cuatro años en el colegio Nou Alacant de Alicante. Los niños tenían carencias de todo tipo, afectivas y económicas incluso, y eso te rompe todos los esquemas. Era enfermera, psicóloga, mamá. Desde meterlos al aseo a lavarlos, a todo lo demás, daba mucha pena y estresa mucho.

¿Enseñar era lo de menos?

Choca mucho porque ves que no es tu trabajo, pero acabas diciéndote: estoy aquí para educar y estos niños tienen muchas necesidades. Hay que volcarse.

¿Salió huyendo?

Te vas porque lo pides, pero sientes que los abandonas y todos los profesionales deberíamos pasar por un sitio así. Es una cura de humildad. Tienes que educar personas, no solo dar Matemáticas, y procurar sacar lo mejor de estos niños. Resulta muy difícil. Había compañeros que huían y perdían la interinidad.

¿Y el papel de la Administración?

Debería volcarse con esos centros, con cursos para docentes y más recursos económicos. Deberían ser los mimados. Mis últimos años en el colegio San Blas de Alicante han sido magníficos pero es que los niños y las familias se prestan y compensa mucho. Da vergüenza la situación de determinados centros y las administraciones tendrían que estar encima.

¿Cree que pueden desaparecer con el distrito único?

No deben desaparecer porque esas familias no tienen elección y sus circunstancias personales no son las del resto.

¿Ve amenazada la escuela pública?

Veo muy amenazada la escuela pública de calidad. Desde los 80 se había avanzado mucho, creando más plazas y especialidades. No se pueden tener 30 alumnos de 3 años en la misma aula.

Pero usted daría clases con hasta 40 escolares.

Pero es que los tiempos han cambiado. Si nos ponen 40 hay que hacerlo, pero no será escuela de calidad para poder desarrollar capacidades y competencias.

¿Se siente fracaso personal por el nivel de los alumnos?

La culpa no la tienen los profesionales. Los informes del fracaso no valoran todas las competencias y circunstancias de los alumnos y no se puede meter a todos en el mismo saco. No creo que haya tan pésimo nivel.

Educación quiere los mejores docentes contra el fracaso.

No me lo creo. Deberían mimar la carrera de Magisterio y considerar a los profesionales, porque es una gran responsabilidad y hay que estar muy bien preparado.

¿Se ponen demasiados deberes como dicen los padres?

Rotundamente creo que hasta cuarto de primaria sí. Hay que habituarles al trabajo pero sin pasarse. Desde quinto hay que poner algo para que aprendan a estudiar pero antes son abusivos, lo veo exagerado. Solo hay que estimularles para que abran los ojos a la vida y que deseen conocer.