La Conselleria de Educación hacía pública ayer una nota en la que destacaba la paulatina eliminación de aulas prefabricadas en los centros de la Comunidad Valenciana. Según la consellera María José Catalá «antes del final del próximo curso habrá desaparecido en la Comunidad Valenciana el 35% de las aulas prefabricadas desde el inicio de la legislatura actual del Consell». Y mientras el Gobierno valenciano del PP presenta este hecho como un logro, sindicatos de profesores y padres de alumnos denuncian que la eliminación de estos barracones se está haciendo a costa de masificar las aulas con el aumento de la ratio.

A juicio del delegado de Educación de CC OO, Alfonso Terol, «en el fondo se trata de una estrategia que tiene como fin eliminar unidades para ahorrar profesorado y justificar que no se construyan nuevos centros escolares».

Según los datos facilitados por el Educación, 1.628 alumnos de la provincia abandonarán sus barracones para asistir a clases en nuevos edificios. Se trata de los 828 alumnos del IES nº3 de Dénia y los 800 del CEIP Acequión (Torrevieja) que estrenarán nuevos centros. «Lo que no dice la consellera es que aún quedarán más de 8.000 alumnos en la provincia que seguirán asistiendo a clase en barracones que no reúnen las condiciones necesarias», denuncia Francisco Javier González, secretario de relaciones institucionales de FETE-UGT.

«Lo peor es que, en la mayoría de los casos, la Generalitat no tiene previsto construir nuevas instalaciones para dar solución a centros como el Gasparot de la Vila, La Cañada en Alicante, el Playa Flamenca en Orihuela, el Manjón o La Baia, en Elche», denuncia Francisco García, delegado de CC OO.

Más alumnos, menos profesores

Los sindicatos denuncian que con el Real Decreto Estatal que permite elevar el número de alumnos por aula a 30 en Infantil y Primaria; a 36 en Secundaria y a 42 en Bachiller, van a decir que no hace falta la construcción de nuevos centros. «Además, al ir reduciendo el número de unidades, justificarán la eliminación de nuevas plazas de profesores», explica Terol. Al incremento del número de alumnos se une la eliminación de al menos, un profesor en cada un de las plantillas de los colegios. «La situación es grave, hay más alumnos por aula y menos profesores. Se van a acabar los desdobles que ayudaban a los alumnos con más dificultades a seguir el ritmo de la clase. Así que si la familia cuenta con recursos llevará a su hijo a clases de repaso particulares, si no puede hacerlo, el niño quedará descolgado. Están favoreciendo el fracaso escolar», apunta el representante de CC OO.