Junto a las jornadas de intensas carreras que buscan la mejora física del deportista, a base de constancia, cada vez es más frecuente que «haya una preocupación por los alimentos que se toman.

La alimentación tiene una importancia primordial que es más relevante a menudo que las pruebas son más exigentes y más prolongadas», manifiesta Néstor Vicente, investigador del Servicio de Nutrición y Dietética Deportiva de la UMH. Sus recomendaciones se encaminan hacia la hidratación constante, la ingesta de alimentos varias veces al día, sobre todo hidratos de carbono, «y comer pensando en el gasto que se va a realizar».

También, el nutricionista deportivo «rompe» con las bebidas o los productos que venden «milagros en la preparación o en la recuperación tras el entrenamiento o la carrera. No existen trucos ni fórmulas mágicas para mejorar el rendimiento de un día para otro. La alimentación también forma parte del entrenamiento y debe ser sana, incluyendo, sobre todo a la hora de la recuperación, la ingesta de dátiles, un producto de la tierra que es todo un lujo por su alto contenido de hidratos de carbono, fibra y minerales», resalta Néstor Vicente.