La ingente cantidad de pisos que han asumido durante los últimos años las entidades financieras se han convertido en un quebradero de cabeza para ellas... y para las comunidades de propietarios. El presidente del Consejo Autonómico de Colegios de Administradores de Fincas de la Comunidad Valenciana, José Sales, adelantó ayer a este diario que al cierre de 2013, los bancos y las cajas adeudaban 15 millones de euros en cuotas vecinales en la provincia. «Se demoran en los pagos una barbaridad», sintetiza Sales. Las entidades juegan con los tiempos. De acuerdo con la experiencia del presidente del Consejo, los bancos alargan «todo lo posible» los pagos, pero en el momento en el que se les reclaman las cantidades pendientes «las abonan casi al momento».
Aunque Sales prefirió no mencionar de manera directa el nombre de alguno de estos bancos o cajas, sí que advirtió de que la mayoría de ellas fueron rescatadas en su día con fondos de la Unión Europea y ahora están comenzando a declarar beneficios.
El sector financiero no es el único que ha dejado de pagar las cuotas. En términos globales, las comunidades de propietarios alicantinas sufrían impagos por valor de 81 millones al finalizar 2013. Si 15 son de los bancos, 66 proceden directamente de los vecinos. El colectivo que dirige Sales ha constatado un repunte de los impagos del 15,19 % en el último año a nivel autonómico a causa de un factor común: la crisis. Por aquel entonces, los gobiernos de la Comunidad, en particular, y de España, en general, comenzaban a vislumbrar la senda de salida de las dificultades económicas. Afirmaban que las medidas impulsadas durante los últimos meses comenzaban a surtir efecto y vaticinaban una lenta recuperación. Ese es precisamente el discurso que siguen repitiendo ahora. Pues bien, a tenor de los datos, 2013 no fue tan bueno.
De acuerdo con las estadísticas que maneja el Consejo Autonómico de Colegios de Administradores de Fincas, un 41,5 % de los propietarios no podrían hacer frente de manera inminente al pago de una derrama. «La crisis sigue afectando a muchísimas familias de la Comunidad», añade. Tanto, que los administradores de fincas intentan evitar por todos los medios recurrir a la vía judicial para reclamar las cantidades pendientes. «Nosotros somos mediadores. Intentamos resolver los conflictos sin necesidad de acudir a los juzgados y si verdaderamente el propietario no puede abonar las cuotas, negociamos con él un calendario de pagos», apostilla.
El procedimiento que se sigue cuando un vecino no satisface las cuotas comienza con un requerimiento. Si éste no se atiende, se informa en la junta general de la comunidad y se aprueba la liquidación de la deuda. Si el moroso continúa sin pagar se inicia un procedimiento monitorio en el que se le reclaman las cantidades pendientes.
A nivel de la Comunidad Valenciana, los impagos alcanzaron los 197 millones de euros: los 81 de Alicante, 94 de Valencia (18 de ellos procedente de las entidades financieras) y casi 22 de Castellón (4 de los bancos).
