La encuesta de hogares también va confirmando un paulatino envejecimiento del parque de viviendas, algo en lo que sin duda ha influido la crisis y sus consecuencias de no poder acceder a una vivienda nueva o tener que trasladarse de una casa más moderna a otra de mayor antigüedad. En concreto, el censo de población de 2011 señalaba que el 46% de las viviendas de la provincia habían sido construidas antes de 1981, con lo que tenían al menos tres décadas; dos años después, el porcentaje de hogares situados en edificios levantados antes de la citada fecha se sitúa en el 50% en el conjunto de la Comunidad. En cifras absolutas, prácticamente 999.000 hogares del territorio autonómico cuentan con más de 30 años de antigüedad.
Poco más la mitad de las familias de la Comunidad tienen también, por otro lado, pagada ya su vivienda, entre ellas 283.200 personas que residen sin ninguna compañía y otras 87.600 que lo hacen sin una pareja pero que sí conviven con hijos. Por el contrario, un tercio de los hogares está sometido a una hipoteca, o bien las familias tienen pendiente algún otro pago relativo a la vivienda. En este caso, el tipo de familia más común es el de pareja con hijos, previsiblemente formada por personas más bien jóvenes que han adquirido la vivienda hace poco.
En cuanto al alquiler, sigue siendo una opción minoritaria para el conjunto de la población, ya que sólo está presente en 247.500 hogares de la Comunidad. Ahora bien, una cuarta parte de esas viviendas están ocupadas por personas solas, lo que da a entender que la fórmula de pagar una renta sin tener la propiedad de la vivienda resulta más idónea para quienes no tienen pareja estable, previsiblemente más bien personas jóvenes que acaban de emanciparse. Por último, hay otra forma de tenencia del hogar poco común pero que llama mucho la atención: la cesión gratuita, de la que hay casi 100.000 casos.
