El año pasado se registraron en la provincia 63 casos de tos ferina, con una incidencia de 3,26 por cada 10.000 habitantes, según el informe de vigilancia epidemiológica correspondiente elaborado por la Dirección General de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad, cuyos datos son de libre acceso en internet. En el conjunto de la Comunidad, el número de contagios ascendió a 196, con una tasa de 3,83 por cada 10.000 habitantes; Castellón fue, en este sentido, la provincia con una mayor incidencia de la enfermedad en relación a su población.

La presencia de esta patología no llegaba a 1 caso por cada 10.000 habitantes hasta 2010, pero después ha repuntado ostensiblemente. El máximo se produjo en 2011, con una tasa de 4,89. Un tercio de los afectados por esta enfermedad el año pasado en la Comunidad tenían menos de un año, y una inmensa mayoría de esas 196 personas habían sido vacunadas previamente, según se refleja en el mismo informe. En la provincia, Alicante y su entorno concentraron la mitad de los casos producidos; 16 de ellos se debieron a un brote ocurrido en un colegio de la ciudad. También se produjo otro brote en Elche, en este caso con 11 personas afectadas, que sumadas a otros cuatro casos aislados contabilizaron un total de 15 en el entorno del Baix Vinalopó. Asimismo, en el departamento sanitario de Elda se produjeron cinco casos, y en las restantes zonas de la provincia oscilaron entre uno y dos.