La falta de lluvias de este año y el peligro de incendios forestales ha llevado al Ayuntamiento a reforzar el dispositivo que suele destinar al monte Benacantil para apagar los conatos de fuego tras el lanzamiento de la palmera que abrirá la cremà mañana a medianoche con cuatro equipos de bomberos formado por 14 efectivos, y 35 operarios de jardines, que irán cargados con mochilas de agua, y que vestirán pantalones y polo de manga larga ignífugos. Es la primera vez que se organiza un protocolo de actuación para estos trabajadores, que han recibido formación específica de los propios bomberos sobre extinción de incendios forestales, y todo tiene que ver con la sequía.

«Aunque la cara más poblada de pinos del Benacantil tiene riego y también el parque de La Ereta, hay mucha más sequedad que otros años, y hay que tener más cuidado», explicó el concejal de Seguridad, Juan Seva. Con ello se quieren prevenir sucesos como el que ocurrió en Cullera, donde se quemó la ladera de un monte donde también hay un castillo debido al disparo de un espectáculo de fuegos durante las fiestas.

Además, el área de Seguridad ha dado indicaciones a la pirotecnia que lanza la palmera para que sea más recta y no tan inclinada como otras veces. «Es mejor que no se abra tanto por ese riesgo importante de incendios forestales», indicó el concejal.

Por este mismo motivo, el Ayuntamiento ha prohibido el uso y lanzamiento de los conocidos como «globos luminosos» o «velas voladoras», una tradición oriental que cada vez tiene más adeptos en la noche de San Juan, es decir, esta próxima madrugada. La causa es «el gran peligro que entraña su uso debido a su elevación de forma autónoma y su desplazamiento en función de la dirección e intensidad del viento».

Estas velas, que se suelen echar a volar a la vez que se saltan las hogueras de la playa, sobre todo en el Postiguet, tienen un recipiente pequeño con una llama, que puede caer en cualquier sitio. «Tienen un comportamiento incontrolado, lo que supone un riesgo potencial de incendio, que puede afectar a fachadas de edificios, toldos, arbolado, cables eléctricos, a las personas que los manipulan y a otras ajenas».

Seva también habló del peligro que tienen si caen en un coche en plena conducción y en el caso de Alicante en el monte Benacantil, que está tan seco, de ahí que hayan dado orden a la Policía Local para que intervenga si ve a personas manipulando estos artefactos, «la gente no lo hace intencionadamente pero no es consciente del peligro que pueden suponer». Estas velas solo se venden en internet porque no están homologadas, según Protección Civil.