Lo que estaba destinado a ser un nuevo homenaje a los republicanos que fueron confinados en el campo de concentración de Los Almendros se convirtió en una denuncia pacífica a un nuevo acto vandálico de evidente fondo fascista. Y es que el memorial, hecho de piedra traída del Vinalopó y que se inauguró ayer, amaneció con varias pintadas de carácter ultraderechista. En concreto, los organizadores, a su llegada a la zona a primera hora de la mañana, se encontraron con un yugo con flechas, en la parte delantera del monolito, y la frase «zona nacional», en la zona trasera, la que da a la calle Padre Esplá en su confluencia con la avenida de Dénia.

Sin embargo, las pintadas apenas variaron el desarrollo de un acto emotivo, en el que estuvieron presentes familiares de republicanos huidos. También tuvo su protagonismo Pepe Palomino, un hombre que durante su niñez ayudó a las personas que fueron llevadas a Los Almendros.

El acto arrancó pasadas las once de la mañana, bajo un intenso calor. En presencia de alrededor de un centenar de personas, el portavoz de Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, Vicente Carrasco, leyó un manifiesto que en su inició recordó la historia del Campo de los Almendros. «Los hombres, e incluso algunas mujeres y niños, que fueron trasladados desde las instalaciones del puerto de Alicante hasta este lugar, que entonces era un terreno dedicado al cultivo de almendros junto a la carretera de Valencia, no fueron tratados como prisioneros de guerra», se escuchó de boca de Carrasco, que continuó: «La noche del 30 [de marzo de 1939] aún quedaron en el puerto alrededor de mil republicanos que vivieron su última noche en libertad. A la mañana siguiente, con su traslado al Campo de los Almendros, Franco dictó en su cuartel general el último parte de guerra».

El memorial que se descubrió todavía no tiene la placa oficial que costeará el Ayuntamiento, aunque ayer no se dejó ver en el acto ningún miembro del equipo de gobierno. Hasta entonces, los organizadores han colocado un cartel provisional. «Verdad, justicia y reparación», se puede leer.

Los organizadores de la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, a la conclusión del acto, denunciaron los actos vandálicos que «ya manchan» el memorial. «Es un vergüenza, otro signo de intolerancia. Este homenaje ya ha sufrido su primera humillación», añadió Vicente Carrasco.