Miles de peces amanecieron ayer muertosMiles de peces muertos sobre la arena y en la orilla de la playa de San Gabriel, en medio de un olor pestilente que llegaba hasta la zona de viviendas, más allá de la carretera, provocando la alarma de bañistas y vecinos. Esta mañana, la playa había sido limpiada y presentaba un aspecto más limpio que el de ayer aunque todavía quedaban algunos ejemplares de peces muertos y el fuerte olor seguía presente. Pese que a la prohibición del baño se podía leer en los carteles colgados por el Ayuntamiento, numerosos bañistas no han dudado en refrescarse en el mar.

Agentes del Seprona de la Guardia Civil y biólogos del Instituto de Ecología Litoral se personaron ayer en la zona y recogieron muestras del agua, que estaba negra, y ejemplares muertos para analizar, mientras el Ayuntamiento envió a técnicos de Playas, Medio Ambiente y a la Policía Local, que decretó la prohibición cautelar del baño.

Inicialmente los biólogos no apreciaron contaminantes por vertidos incontrolados y apuntaron a una causa natural, en concreto a una pérdida de oxígeno en el agua por una explosión de fitoplancton (pequeñas algas miscroscópicas) debido al calor y a los vientos que impiden la circulación de las aguas y a los peces respirar. En los primeros resultados el pH biológico del agua salía normal, confirmó el edil de Medio Ambiente, Luis Barcala, que se desplazó a la playa, donde se colocaron carteles prohibiendo el baño temporalmente. El concejal quiso tranquilizar a los vecinos descartando cualquier contaminación química «aunque mientras no cambie el viento seguirá el agua de ese color y saldrán algunos pececitos muertos».

Operarios de UTE Alicante, la concesionaria de limpieza, recogieron los peces en bolsas para llevarlos al vertedero, donde quedaron custodiados hasta que el Seprona autorice su destrucción una vez que se conozcan las causas exactas de la mortandad. Una máquina pasó por la orilla para recoger algas y otros restosalgas restos, dejándola despejada para ayudar a que afloraran los ejemplares inertes que flotaban varios metros dentro del mar.

Los usuarios de la playa, vecinos que descubrieron lo que había pasado cuando bajaron a bañarse, como cada día, en torno a las ocho de la mañana, se mostraron preocupados por las causas. «Afirman que todo se debe al calor, pero no sabemos si detrás está el vertido de algún barco. Dicen que no es una playa de primera, pero los vecinos de San Gabriel, muchos de ellos personas mayores sin medios, nos conformamos con esta playita, y sólo queremos que esté limpia. Nos preocupa que nos la cierren para siempre», apuntaron usuarios como Antonio Escolano o Ramón Pérez. El grupo, con el presidente de la asociación de vecinos de San Gabriel Francisco Hernández a la cabeza, siguió desde la pasarela de la playa la limpieza. José González, que es pescador, relacionó la catástrofe con el emisario de aguas residuales que se construyó tras la riada de 1982 «y que está lleno de agujeros, y a 500 metros de la costa cuando debería estar a 3.000 metros». Sin embargo, un técnico de Playas destacó el esfuerzo del Ayuntamiento por mantener en condiciones una zona de costa que no era playa para satisfacer la demanda vecinal mantener en condicionesno era playa satisfacer demanda vecinal y recordó que el Puerto anexo frena la regeneración del agua.