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Vecinos de Santa Cruz impiden el botellón tras crear una patrulla

En su primera salida los residentes evitan que los jóvenes suban por el Portón a beber. Denuncian que lanzan botellas contra sus casas, destrozan, ensucian y que la Policía Local no acude

Dos vecinos señalan uno de los puntos desde donde tiran botellas y hielo contra las casas. héctor fuentes

El barrio de Santa Cruz es una joya de Alicante. Un lugar turístico y pintoresco del que se enorgullecen sus vecinos. La zona se caracteriza porque está en un puesto elevado, tiene calles estrechas, empinadas y por allí no acceden vehículos. Su atractivo es ser como un pequeño pueblo en el que a los habitantes les gusta colocar coloridas macetas y presumir de casas bonitas. Pero ese orgullo de barrio se ha trastocado en los últimos tiempos. El botellón ha llegado al, hasta hace poco, tranquilo lugar y ha provocado la desesperación vecinal.

Macetas destrozadas, botellas estrelladas contra los tejados y las calles, orines y defecaciones en portales están desesperando a los residentes que han decidido tomarse la justicia por su mano, por el momento en forma de patrulla ciudadana. El sábado pasado fue la primera actuación de vigilancia y reconocen que lograron el objetivo que pretendían, disuadir a quienes suben por el Portón hacia la Ereta a hacer botellón: «Cuando la gente venía para intentar subir y nos veían se daban media vuelta. Al menos ayer (por el sábado) logramos nuestro objetivo», cuenta Javier Mingallón, uno de los residentes que participó en la patrulla de vigilancia ciudadana.

Pero el objetivo fundamental que persiguen es que sea la Policía Local la que haga esta función. Y a la vez, que los servicios de limpieza acudan de manera asidua al barrio a baldear para eliminar los malos olores que se generan por los orines e incluso defecaciones que algunos vecinos se han encontrado a las puertas de sus viviendas.

Botellas contra macetas

Para llegar hasta la creación de una patrulla, los vecinos han pasado por varias fases hasta la que ha culminado con su paciencia. «A la gente le ha dado por hacer botellón aquí arriba y la policía no viene, de hecho la semana pasada llamé yo porque nos tiraron botellas y localizamos a los chavales y estuve una hora y media esperando y no vinieron», resume Javier Mingallón, «suben por la entrada de la Ereta que rodea Santa Cruz, y tiran las botellas y los hielos sobre las casas. En la calle San Luis y San Bartolomé se han «cargado» varias macetas con botellas. Tiran hielos y objetos caigan donde caigan».

Los vecinos han presentado tres escritos de denuncia al registro del Ayuntamiento dirigiéndose a Seguridad para exigir vigilancia y actuación policial y que la patrulla contra el botellón actúe; y también para pedir mayor asiduidad del baldeo.

El sábado reconocen que una patrulla de la Policía Local acudió para cerrar con un candado la puerta que da acceso al parque y que bordea el barrio. Y consideran que no es la solución porque aunque esté cerrada es una entrada accesible y saltan, por lo que piden que se coloquen elementos elevados para bloquearla.

Otro de los residentes advierte que teme un posible enfrentamiento de vecinos con los practicantes del botellón. Y recuerda que hace unos días un vecino de la calle Toledo recibió una paliza por recriminar que orinaran en su puerta.

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