El Ayuntamiento no garantiza que a una persona fallecida se le dé sepultura de acuerdo a los términos de las pólizas de entierro suscritas con las aseguradoras al no considerar vinculantes estos contratos, de ahí lo ocurrido el martes con una alicantina de 85 años cuya familia tuvo que enterrarla en el Cementerio de Alicante siete horas más tarde de lo previsto, en un nicho de sus padres, no en uno nuevo, como quería y había pagado a una compañía. El mismo problema afectaba ayer a otra familia con su pariente fallecida, quien, según un allegado, pagaba una póliza por un nicho nuevo en Alicante. Al final, la familia decidió llevarla a Almansa, donde será enterrada hoy.

El encargado del cementerio explicó que, atendiendo a criterios de interés general, el camposanto alicantino debe tener sepulturas disponibles para personas que no cuentan con ningún espacio anterior en el recinto, y para peticiones de los servicios sociales. «Las sepulturas no se pueden comprar, es algo fuera del comercio. Nosotros concedemos el uso funerario. Si una persona muere y tiene una concesión, la usa, y si carece de ella, le concedemos una nueva». Según este funcionario, es algo legal ya que la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho establecen obligaciones. «Si alguien tiene una sepultura, la tiene que usar, y la obligación del Ayuntamiento es hacer cumplir las normas, que pueden estar escritas o no. Lo que acuerden (con una aseguradora) es un contrato privado entre dos partes que no vincula al Ayuntamiento», afirmó.

Aunque negó que sea un problema de espacio ya que el cementerio cuenta con unos 300 nichos disponibles, el encargado del recinto indicó que se trata de usar los recursos de forma eficiente y racional. «Llegará el día en que haya que ampliar el cementerio, es de sentido común, pero cuanto más se pueda dilatar mejor. Como gestor, mi obligación es organizar para evitar problemas». Una labor que les lleva a revisar la documentación con lupa, dijo, sepultura por sepultura, en un recinto donde hay 20.000 fosas de suelo y 25.000 nichos, que registra una concesión y media nueva al día, y donde se trabaja, dijo, para regularizar todo el cementerio, y conocer las sepulturas disponibles porque han prescrito o caducado.