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Muñecos de carne y hueso

Una artista de la provincia elabora «reborns» que reproducen hasta el último detalle de un recién nacido

Un muñeco «reborn» realizado por la artista. juani ruz

El fenómeno «reborn» que se iniciaba en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de paliar la soledad tras las pérdidas de seres queridos es hoy un arte mediante el que los artistas elaboran piezas únicas para coleccionistas, amantes de las muñecas y personas que desean llenar un vacío sentimental. Los maestros «reborners» dan vida a unas simples piezas de plástico en un proceso en el que se hace imprescindible unas pinceladas de cariño, mucha minuciosidad en su elaboración y mucho amor por el trabajo, ya que el resultado es siempre un ejemplar único muy esperado para el que es su destinatario.

Este fenómeno, que llegó a España en el año 2009, es hoy un movimiento en auge y con proyección de futuro. Cada día son más aquellos que deciden hacer su sueño realidad. En ocasiones la gente adquiere más de uno y les da cuidados al igual que a un bebé de carne y hueso, algunos piensan que es una forma de seguir jugando con muñecas, otros alguien a quien dar un cariño que no se puede ofrecer a un ser vivo y para otros piezas de colección dignas de admirar en cualquier casa o vitrina de museo.

Mari Carmen Calero, alcoyana de nacimiento y residente en Cocentaina, practica este arte desde el año 2009. Su admiración por las muñecas y la curiosidad que le causaron este tipo de piezas la iniciaron en este arte, del que hasta hoy ha realizado un total de 400, enviadas por toda la provincia, la península y países de Europa. Reconoce que el inicio no fue nada fácil y que el perfeccionamiento de la técnica ha venido con los años, además de la formación que ha recibido en cursos y tutoriales a través de la web.

Cuando inicia un «reborn» siempre escucha las peticiones de sus clientes adoptivos para plasmar así sus deseos en una pieza única a la que éstos puedan querer y admirar durante toda la vida, al igual que a cualquier hijo. La artista explica que «las piezas se elaboran a partir de unos kits de vinilo compuestos por cabeza, brazos y piernas, de los cuales hay miles de diseños, y que son adquiridos mayoritariamente por internet y provenientes de Alemania y Estados Unidos». El precio va cambiando según el artista que diseña o esculpe el molde del kit.

En su opinión, el ingrediente principal de estas piezas es el arte y la minuciosidad que el artista «reborner» pone en su elaboración; se declara una «amante de su trabajo, una fascinada de este arte» y recalca que las mezclas de pinturas son en ocasiones al arma clave de cada artista.

Hasta el momento no ha realizado réplicas de bebés reales propiamente dichas, aunque en ocasiones los clientes eligen un kit que se parece a su hijo o nieto y finalmente la pieza simula una réplica pero no las realiza con exclusividad, ya que piensa que «es muy difícil que un "reborn" se asemeje a su homólogo de carne y hueso».

Sí conoce artistas que las realizan, ya que hay gente que en ocasiones busca renacer a ese hijo que fue bebé pero ya creció y tenerlo así presente siempre.

Bolas de plástico

Otra peculiaridad que aporta realismo a la pieza es su peso, ella intenta simular el real del bebé; para obtener dicho resultado rellena las diferentes partes del cuerpo con bolas de plástico macizas combinadas con guata o miramón, aunque también pueden rellenarse de vidrio molido.

El precio de las piezas oscila entre los 300 y los 1.000 euros cuando son de vinilo y de 1.000 a 3.000 euros cuando se realizan con silicona, aunque no son los más comunes. La pieza más cara que se ha realizado en su taller ascendió a 900 euros. Cuando entrega el bebé a su nueva familia adjunta un certificado en el que especifica el nombre del kit con el que se ha elaborado, la medida, el peso, la talla de ropa, así como los cuidados que su dueño debe tener, entre los que se destaca de forma extrema el cuidado del pelo.

Dentro de su trayectoria profesional, posee varios premios entre los que destaca el entregado en el I Encuentro de Artistas Reborners en Madrid en el año 2012, pieza que fue expuesta en el Museo de la Muñeca de Onil y de la cual se pidieron varias réplicas.

Calero destaca que aunque cualquier persona puede adquirir un kit y puede realizar un «reborn», se debe tener magia en la manos para dar vida a un material inerte y convertirlo en un sueño hecho realidad.

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