La designación como asesora de la mujer del exsenador Ángel Franco también ha levantado malestar en las propias filas socialistas, entre el sector más crítico, que considera que el alcalde no puede desprenderse de la figura que le empujó a la secretaría general del PSOE. Un puesto que ha acabado por conducirle también a la Alcaldía, pero con un pacto de gobierno en el que sus socios, Guanyar y Compromís, también se muestras contrarios a la designación de Josefa Nicolás como personal de confianza. Dentro de las filas socialistas, las tensiones se han acrecentado conforme han conocido que, finalmente, el alcalde, Gabriel Echávarri, ha cedido a las presiones del sector más afín al exsenador. Echávarri mantenía hasta ayer mismo que la decisión no estaba tomada y que se adoptaría en el seno del partido socialista. No obstante, sus socios de gobierno obtuvieron la confirmación por boca del propio Echávarri, que ratificó su intención de plasmar el nombramiento en un decreto municipal que podría conocerse hoy.