El aumento del control policial en la zona del tardeo provocó ayer malestar en algunos negocios, sobre todo en la calle Castaños, donde los agentes solicitaron la documentación en algunos establecimientos y contaron las mesas. Esta actuación se hizo a través de una brigada ciclista que recorrió la zona comprendida entre la plaza 25 de Mayo, junto al Mercado Central, y Castaños a lo largo de toda la tarde, después de que el alcalde, Gabriel Echávarri, se comprometiera a aplicar la ordenanza municipal para mejorar la convivencia entre hosteleros y vecinos afectados por el tardeo.

La brigada de ciclistas veló por el derecho al descanso de los residentes en la zona para que se respetasen los horarios, el ruido y la extensión de los veladores de la ciudad. Los agentes que realizaron una ruta en torno a las 18.00 horas contaron las mesas de algunos establecimientos y se se situaron en intersecciones de Castaños, donde pueden vigilar el máximo número de locales. De esta forma controlan que los veladores cumplan las limitaciones en cuanto al número de mesas, y vigilan posibles hurtos y que la música no supere los niveles legales.

Desde la Asociación de Locales de Restauración y Ocio mostraron su malestar porque se haya ido pidiendo la documentación. «La manera no es ir dando vueltas por los locales cuando la gente está trabajando. El Ayuntamiento, y por tanto la Policía Local, ya tienen la documentación de todos los negocios, si tienen seguro o no, los metros de terraza, el número de sillas. Si salen las patrullas, que sancionen a los que incumplan, y a los demás que nos dejen trabajar», dijo su portavoz, Lalo Díez.

Tanto este colectivo como la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería invitan a las empresas afiliadas a cumplir la normativa. No obstante, piden a Miguel Ángel Pavón, concejal de Vía Pública, que se reúna con los empresarios. Asimismo, le instaron a que «sea igualmente exhaustivo» con los colectivos vecinales para que cumplan la revisión estructural de los edificios, que tiene como requisito la protección contra el ruido. «En el centro hay edificios en pésimo estado de conservación, lo cual supone un riesgo para los viandantes».

Desde la Policía Local explicaron que la normativa siempre se ha aplicado pero que hay épocas en las que se es más estricto y otras menos , «y ahora toca ser inflexible». Las mismas fuentes añadieron que los negocios suelen protestar y en ocasiones se levantan actas. «Ahora puede que (los restauradores) estén más sensibles después de que Pavón haya dicho que se va a ser más estricto».

El concejal de Seguridad, Fernando Marcos, indicó que se ha pedido la colaboración de la Policía Nacional para vigilar el tardeo los viernes y sábados y para el botellón al estar diseminado por numerosos puntos de la ciudad.