Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dunas de algas en Cala Cantalar

Vecinos y bañistas denuncian el mal olor y la suciedad de las toneladas de posidonia acumuladas

Dunas de algas en Cala Cantalar

Toneladas de algas muertas se acumulan en la orilla de Cala Cantalar, situada al final de la calle la Calita, como consecuencia de los temporales generando mal olor y atrayendo a los mosquitos, según denuncian los vecinos del Cabo de las Huertas. Muchos de los bañistas han de sortear dunas de algas, aunque en realidad son restos de «posidonia oceánica», para refrescarse en un entorno que solía ser de ensueño.

Los montículos, que llegan a medir cerca de medio metro en algunas de las zonas, albergan en su interior charcos que atraen a mosquitos y en los que los bañistas se pueden hundir como si se tratase de fango. «Los mosquitos nos pican por la noche y es muy difícil conciliar el sueño», apunta Encarnación Climent, una vecina de las viviendas cercanas. «Este año no han limpiado como otros años, que lo hacían durante la Semana Santa, aunque luego se terminaban acumulando otra vez», añade. Este problema se une a que no han fumigado las trapas cercanas a la cala y por la noche aparecen cucarachas, según explica Climent.

Cala Cantalar, que hace años era frecuentada sólo por los residentes de viviendas cercanas, cada vez atrae a más bañistas de la provincia que quieren disfrutar del agua cristalina que envuelve al paraje. Dos de ellos son Olga García y Vicente Beneito, de Ibi, que además son de los pocos que se atreven a extender la toalla sobre la alfombras de restos de «posidonia oceánica». «Nos situamos en esta zona porque así podemos estar con el perro sin molestar a otros bañistas», explica García. Por su parte, Beneito indica que «al final te acostumbras al olor, tan solo viene una brisa de vez en cuando».

Otro de los bañistas, Juan Carlos Bonillo, considera que «deberían limpiarlo porque las algas están secas, llevan así todo el año, y cada vez viene más gente a la cala que se concentran en las pocas zonas de la cala en las que no hay plantas».

Eva Montesinos, concejala de Turismo y Playas, señaló ayer por su parte, que no han registrado ninguna queja en el Patronato Municipal. No obstante, Montesinos apunta que son conscientes de que es un problema de «difícil solución porque las máquinas no pueden entrar en la Cala Cantalar, por lo que tiene que ir una persona con bolsas recogiendo las algas manualmente». Asimismo, la edil responsable indica que están valorando las opciones con la empresa adjudicataria para limpiar la zona.

Compartir el artículo

stats