El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert, ha anunciado hoy que la recuperación del tráfico ferroviario de carga con el centro de España gracias a la reapertura de la terminal ferroviaria del muelle 23 va a marcar una nueva etapa de Alicante como una puerta más de entrada a España de las mercancías que se mueven por el Mediterráneo, gracias a la nueva línea directa de mercancías con la terminal madrileña de Abroñigal.

Un centro logístico inaugurado en 1974 para desatascar Atocha, que permite el tratamiento de hasta 18 trenes al día en operaciones de carga y descarga, así como dispone de espacio útil para el estocaje de contenedores. Puntual ha llegado a las 11.30 el primero de los 54 trenes de mercancías de Renfe que conectarán cada año el puerto con Madrid, en principio para mover carga entre España y Canarias pero abierta a todo tipo de tráficos porque la intención de Gisbert es que las navieras que operan en el Mediterráneo puedan cargar y descargar a partir de ahora en Alicante gracias a la facilidades que da una terminal que estuvo cerrada tres años por las obras de entrada del AVE en Alicante y sin posibilidades con anterioridad por la dificultad que tenían los trenes para acceder al recinto portuario al tener que invertir la marcha en la estación-término. Rémora que acabó llevando toda la operativa a la carretera. «Algo muy importante porque el hecho de que llegue este tren representa sacar de la carretera a 60 camiones, lo que confirma la voluntad del puerto por el respeto al medio ambiente», subrayó Juan Antonio Gisbert.

La intención de los rectores del puerto es consolidar la línea y buscar nuevas conexiones «por las posibilidades que nos da el tren para captar mercancías que desembarquen en Alicante», aseveró el presidente del puerto.

El puerto se ha consolidado en los últimos años como el principal suministrador español de mercancías para el abastecimiento de las islas Canarias y, a su vez, este tráfico de contenedores con las islas representa cerca del 70% del movimiento total de las mercancía transportada en contenedores en los muelles alicantinos, lo que mantiene dos mil empleos. A Canarias se envía vino, licores, frutas y verduras, conservas, cereales, tabaco y cemento para la el sector de la construcción. Tres compañías operan semanalmente con la islas (Boluda, JSV y Arcas. Según los datos que maneja la Asociación de Trabajadores Dependientes de la Autoridad Portuaria (ATDAPA), las líneas marítimas entre Alicante y Canarias permiten mantener 2.000 empleos en Alicante entre directos e indirectos. Trabajadores que pertenecen a las empresas de estiba, consignatarios, transitarios, almacenistas y, entre otros, transportistas.

Uno de los lastres que hipotecaba el incremento del tráfico de mercancías con Canarias era el parón que sufrió el proyecto para conectar de forma directa la estación del puerto con la línea ferroviaria Alicante-La Encina. Desde ayer los trenes de mercancías no tienen que entrar en la estación de Alicante para invertir la marcha y, además, que hasta el puerto puedan llegar trenes de contenedores de 400 metros de longitud directamente desde Madrid y el Corredor Mediterráneo. El puerto y la concesionaria de la estación -Terminales Marítimas del Sureste- invirtieron 3,3 millones de euros en mejorar la infraestructura.

Los trenes que circularán entre el puerto y Madrid los viernes y los sábados (la mercancía que llegó ayer estará el lunes en Las Palmas) tienen una capacidad para transportar 700 toneladas y una longitud de 400 metros.