El consejo de administración del Puerto aprobó ayer adjudicar a la mercantil Llotja d´Alacant, la gestión de la Lonja del Pescado, una infraestructura cerrada desde hace 10 años, que llevó incluso a la quiebra a la Cofradía de Pescadores de Alicante, y que ahora recuperará su actividad de comercialización del pescado en primera venta. Para ello, la empresa que se la ha adjudicado, vinculada mayoristas de pescado de Alicante y que tiene su sede en los propios muelles, deberá pagar un canon de cien mil euros al año al puerto, y convencer a los barcos pesqueros que faenan por el Mediterráneo para que vuelvan a descargar pescado en Alicante para su distribución posterior.

Hasta el momento, el pescado y el marisco fresco de bahía y del Mediterráneo que se vende, por ejemplo, tanto en pescaderías como en grandes supermercados, llega desde las lonjas de Altea, La Vila y Santa Pola. De ahí el reto de la mercantil, constituida por Francisco Mira, propietario de Pescados Mira y Felipe Fuster, de Alicante Port, de buscar mercancías para un edificio de 3.000 m2.

Los técnicos del puerto han considerado que la oferta alicantina era mejor que la de un grupo de Ayamonte (Huelva) que, además, quedó fuera de concurso el 23 de febrero por una defecto de forma. En los últimos cinco años, el Puerto ha desestimado dos ofertas para la reapertura de la lonja, una de mayoristas y detallistas de pescado, y otra que lideraron tres cofradías de la Marina Alta.

El Puerto de Alicante fue puntero hasta 2003, cuando la lonja llegó a mover 50.000 kilos de pescado. Hasta la dársena llegaban barcos pesqueros del resto de Torrevieja, Santa Pola, Murcia y Almería a vender sus capturas. La cofradía decidió entonces aumentar el negocio e impulsó la construcción de un inmueble que costó 3,5 millones confiada en unas ayudas de la UE que nunca llegaron. Los bancos, Caja Duero en su día, embargaron y el edificio volvió al Puerto.

Por otro lado, el consejo también aprobó la convocatoria de un concurso público para adjudicar el edificio del antiguo varadero del puerto de Alicante, así como la aprobación de los pliegos que lo regirán. La zona de pubs frente a la sala de exposiciones de la Lonja permanece cerrada tras la quiebra de sus anteriores gestores.

También se aprobó la concesión administrativa a favor del Ayuntamiento de Alicante para la instalación de una oficina de turismo en la plaza del puerto, donde se ubica el «tiovivo», frente a los hoteles Meliá y Spa Portamaris.

Los miembros del consejo también fueron informados del alta de la empresa «Vapores Suardiaz Mediterráneo» en el censo de consignatarios del puerto que sigue la senda de la recuperación, como lo demuestra que el tráfico haya crecido un 33% en el primer trimestre.

La sesión del consejo de administración contó con la bajas del alcalde Gabriel Echávarri, de viaje promocional de las Hogueras en Göteborg, al igual que el presidente de la Diputación, César Sánchez, pero éste si fue. Sí acudieron el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, y el portavoz municipal Natxo Bellido.