Cada año se venden en el mundo productos falsificados por valor de 338.000 millones de euros, el 2,5 % del comercio mundial total, según un informe publicado ayer por la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Con sede en Alicante, la agencia informó de que en la UE los productos falsificados y pirateados suponen hasta un 5 % de todas las importaciones, con un valor de 85.000 millones de euros.

Una de las conclusiones más relevantes del informe presentado en París es que los productos falsificados proceden de todas las economías, aunque las emergentes desempeñan un papel importante en este fenómeno, ya sea como países fabricantes de productos pirateados o como zonas de tránsito. Estas economías emergentes producen productos ilegales que van desde los artículos de lujo y productos industriales (máquinas, recambios o productos químicos) hasta de consumo que pueden afectar la seguridad de las personas (farmacéuticos, alimentos y bebidas, equipos médicos o juguetes). Los falsificadores hacen cada vez envíos más pequeños, debido al aumento del comercio en línea, y también para reducir el riesgo y las consecuencias económicas en caso de ser detectados.