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Nostalgia por el viejo hotel Sidi de San Juan

Vecinos y comerciantes recuerdan el edificio en el que se alojaron tantos famosos y preferirían su rehabilitación

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Cuando el Sidi de San Juan era el hotel de los famosos

«Era un hotel divino, mi marido y mi hijo trabajaron allí. Cuando venía familia de Madrid se alojaban en el Sidi, le daba más vida a la zona de la que le darán unos bloques de diez alturas para ricos que ni siquiera serán de Alicante. Lo vamos a echar de menos. Sería mucho mejor que lo cogiera alguien del sector de la hostelería y lo dejara en condiciones». La opinión de Marga, una vecina del Cabo de las Huertas, resume muy bien el sentir de los residentes en la playa de San Juan tras el cierre y abandono de un hotel en el que durante décadas (fue inaugurado en 1974) se alojaron famosos y miles de turistas que generaban economía para toda la playa.

La nostalgia por ese establecimiento es generalizada en el vecindario, que reclama actuaciones que revitalicen el entorno aún presidido por una mole de cemento, «nido de ratas y suciedad», coinciden, en referencia al hotel cerrado hace años. Atrás quedaron los tiempos en que se llenaba de caras conocidas: la cantante Rocío Jurado; Lolita y Rosario Flores; Norma Duval; el humorista Arévalo; el editor José Manuel Lara o la selección española de fútbol ocuparon sus habitaciones.

La idea de un hotel en el Cabo de las Huertas no sólo gusta más a los vecinos que un área residencial, también a bañistas de otros puntos de Alicante, que hablan de soluciones que atraigan turismo y negocio. Despierta controversia la elevada edificación por el impacto visual que puede tener y por el cambio de fisonomía en primera línea de playa, por lo que los ciudadanos se preguntan por los límites que impone la ley de Costas aunque confían en el criterio de los técnicos, «que tendrán que determinar si pueden ir seis o diez alturas», apuntó Alberto Llorca. En la misma línea, otro vecino, Manuel Aleo, dijo que «el Sidi es un nido de ratas pero diez alturas no me parece bien».

El proyecto también es cuestionado por la mayoría de comerciantes y hosteleros, pese a mostrarse satisfechos por que se baraje una solución para el edificio abandonado. «Es posible que les quite luz a los bungalows próximos pero estando parado sólo es un foco de basura y desperdicios», dijo Candela Díaz desde un chiringuito próximo. Alberto Parres, que trabaja en una panadería, recordó que la zona es muy estacional, que el hotel atraía a miles de personas en verano y que «hay que darle vida a la playa, sea con un hotel o con viviendas».

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