El Ayuntamiento de Alicante ha decidido permitir temporalmente el acceso a los autobuses públicos a personas con problemas de movilidad que utilicen vehículos a motor hasta que se desarrolle un protocolo más detallado. Así lo comunicó ayer el concejal de Seguridad a las dos mujeres que el lunes impidieron la salida de un autobús como medida de protesta por no poder acceder con sus vehículos a motor.

«Para nosotros es fundamental garantizar la accesibilidad total en la ciudad y estamos trabajando duramente para conseguirla. El problema es que con este tipo de vehículos existen problemas de homologación, no sólo en Alicante, sino en el resto de ciudades de España. Pero nuestra intención es buscar una solución a la mayor brevedad posible», les trasladó el edil. Eso sí, se deberán cumplir unas condiciones mínimas con el fin de asegurar su integridad y la del resto de usuarios del autobús. Entre ellas, el Ayuntamiento detalla que «solo se permitirá el acceso a las personas usuarias con un peso total del conjunto scooter-persona inferior a 300kg». El conjunto scooter-persona «no debe superar las dimensiones del espacio reservado para personas con movilidad reducida, en la plataforma central del autobús».

El usuario, una vez suba al autobús, «deberá colocarse en el sitio y ubicación destinados para personas con movilidad reducida, en la plataforma central del autobús, y adoptará todas las medidas de seguridad necesarias, entre ellas, utilizar los sistemas de retención y accionar el freno y/o desconectar baterías». Marcos se reunirá hoy con representantes de asociaciones de personas con discapacidad para abordar el protocolo.