La Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos de la Comunidad colaborarán en un plan conjunto de limpieza, conservación y mantenimiento de los cauces y barrancos de ríos presentes en la región, con el objetivo de optimizar recursos y minimizar la propagación de posibles incendios en estas zonas. Así lo han acordado las tres administraciones en la primera reunión al respecto que han mantenido en las sede en Valencia de la Delegación de Gobierno de la Comunidad el delegado Juan Carlos Moragues; la presidenta de la Confederación, Ángeles Ureña; el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y el titular de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), el alcalde de Elda, Rubén Alfaro. La inicativa abre la puerta a la limpieza del barranco de Agua Amarga, repleto de cañas y matorral, y que vuelve a convertirse en un peligro para la fàbrica Aludium, la EUIPO y el barrio de San Gabriel, en caso de incendio forestal o un riada. En principio, el acuerdo establece que los ayuntamientos limpiarán los cauces seleccionados y la CHJ se encargará de su conservación posterior.

La Confederación Hidrográfica del Júcar dispone de un Programa de Conservación de Cauces, que cubre todo el ámbito de la Demarcación Hidrográfica realizando tareas de mantenimiento y conservación de cauces, en la extensa red que abarca unos 50.000 kilòmetros de longitud que se extiende por cuatro comunidades autónomas (la Comunidad Valenciana, 49,6% respecto a la superficie total, Castilla-La Mancha, con 36,6%, Aragón con 13,2%, y Cataluña, 0,6%.). Ha invertido más de 2,3 millones de euros en los últimos cuatro años en la conservación de cauces en la provincia de Valencia.

De cara a los próximos meses, la iniciativa conjunta se centrará en optimizar recursos, "suplir las carencias" de los municipios de menor tamaño y favorecer tanto la prevención de fuegos como evitar su propagación, por lo que el presidente de la Diputación ha definido el plan como una "garantía" para las localidades en la época de mayor alerta de incendios.

Al término del encuentro, el delegado del Gobierno ha explicado que los barrancos de la Comunidad no son propiedad exclusiva de la Confederación Hidrográfica del Júcar, por lo que "cualquier administración, asociación o los propios municipios" pueden encargarse de su limpieza tras recibir su autorización y un informe favorable de la Conselleria de Medio Ambiente, algo que "a veces se alarga porque son zonas protegidas", ha apuntado.

Además, Juan Carlos Moragues ha remarcado que "no todos los cauces que aparentemente parecen sucios lo están" y que la vegetación presente en ellos "es buena para la fauna, la flora y la sedimentación". Sí ha señalado la conveniencia de retirar las cañas, árboles muertos o cruzados y residuos sólidos y urbanos, y mantener el desbroce con revisiones periódicas. En este caso, en la reunión se ha propuesto que la Confederación de encargue de la limpieza inicial y los ayuntamientos lo mantengan.