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El mar pide paso en Conde de Vallellano

La falta de mantenimiento y el deficiente drenaje de una avenida por la que circulan diariamente 20.000 vehículos convierten la calzada en un vial agrietado y con baches

La avenida del Conde de Vallellano es una de las que más presión circulatoria soportan en Alicante con el paso de 20.000 vehículos diariamente. isabel ramÓN

El mar pide paso. La falta de mantenimiento y el deficiente drenaje de la avenida del Conde de Vallellano, paralela al paseo de la Explanada, han convertido la calzada en una carretera peligrosa, plagada de baches y grietas, que soporta el paso a diario de 20.000 vehículos. Se trata de una de las arterias más transitadas de la ciudad, tanto en la salida hacia las playas y la avenida de Dénia, dirección Valencia, como por los vehículos que llegan a Alicante desde el norte del municipio, incluidos los autobuses que van a la estación ubicada junto al edificio del Centro de Negocios (antigua Casa del Mar).

La conservación la comparten el Ayuntamiento y al Puerto de Alicante, pero es éste último sobre el que recae la responsabilidad del firme de una carretera que se construyó a principios del siglo XX, al igual que el propio paseo y toda la zona urbana, con los materiales del derribo de la antigua muralla medieval de Alicante. Todo ese entorno, hoy urbano y transitable, se construyó ganando terreno al mar y con tierras de relleno, ya que hasta entonces el agua llegaba hasta los edificios, según recordó ayer el geógrafo alicantino Jorge Olcina.

A esto se une el que algunos de los colectores que pasan por debajo son antiguos, según apuntaron fuentes del Ayuntamiento de Alicante, lo que provoca problemas de humedad, pese a las obras del plan antiavenidas ejecutadas a partir de 1997.

Otro de los problemas que ha agudizado en los últimos años el deterioro de la calzada -especialmente el tramo que va de la Plaza del Mar a la estación de autobuses- es el deficiente sistema de drenaje, ya que es habitual que se formen charcos porque los imbornales no siempre coinciden con los embolsamientos de agua. Una situación que favorece las filtraciones y daña la capa que hay debajo del aglomerado. Y para culminar el proceso de deterioro, las palmeras de la Explanada, cuyas raíces van creciendo buscando humedad y acaban abombando la calzada, en una situación similar a la de la Gran Vía.

El resultado es que Conde de Vallellano presenta hoy una imagen y estado casi similar al de una carretera que ha sufrido el impacto de un terremoto ya de cierta magnitud, con grietas, baches y múltiples irregularidades, lo que supone un peligro para los coches, camiones y ciclistas.

Nada se sabe del proyecto anunciado en 2007 para tratar de soterrar la avenida. Iniciativa que volvió a «venderse» en las pasadas elecciones. El soterramiento se quería prolongar también hasta Juan Bautista Lafora y fue, junto al diseño de un paseo marítimo a lo largo de todo el litoral, el proyecto estrella de la revisión del extinto Plan General de Ordenación Urbana. Se trataba de una actuación tan ambiciosa como compleja que contemplaba canalizar todo el tráfico a través de un túnel con cuatro carriles de circulación de vehículos e incluía también una doble vía para el tranvía.

El soterramiento para ampliar la Explanada hasta el paseo del Puerto es una idea que data de los años 9, e incluso antes, aunque siempre se terminó por desechar por su complejidad y alto coste. Consistía en trazar un túnel con capacidad para cuatro carriles de circulación de vehículos, dos en cada sentido, para canalizar todo el tráfico de paso. Este túnel daría un carácter fundamentalmente peatonal a la superficie, aunque subsistirán dos carriles, uno en cada sentido, para la circulación propia de la zona. Al final, como tantos proyectos de Alicante, la falta de fondos y la complejidad técnica dejó la avenida en superficie.

La aparición de las grietas en Conde de Vallellano se produce a los dos meses de que los conductores alicantinos denunciaron el mal estado del «scalextric» del Postiguet, que enlaza la fachada litoral con la carretera de Valencia, y donde también aparecieron baches y quedado al descubierto algunas juntas deterioradas en el asfalto del tablero del puente. De momento, allí siguen.

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