La situación económica de la Universidad de Alicante roza los números rojos, tal y como subrayó ayer el rector, Manuel Palomar, al término de su comparecencia ante el claustro para dar cuenta de su gestión el último año.
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Desde hace tres años el dinero que recibe la institución académica de subvenciones de la Generalitat «es el mismo», 121 millones en transferencias corrientes básicamente destinadas a cubrir los gastos de personal. Palomar abunda que «sin embargo, los gastos han ido a más porque se ha crecido vegetativamente», en cuestión del pago de quinquenios y sexenios al profesorado.
El rector asevera que cuando el capítulo 1 «cruza con la transferencia ordinaria porque alcanza dicha cantidad, la situación se considera drástica, y en la UA la estamos rozando, solo estamos un poco por debajo a tres puntos».
Mensaje
Además de los 121 millones, la UA recibe otros 33 millones por el concepto de las tasas de los estudiantes, los dos ingresos más importantes para el campus. «Nuestra situación realmente es complicada -insiste-, y hay que dedicar recursos a los servicios públicos como los que presta la Universidad».
El mensaje lo dirigió Manuel Palomar al Consell desde el Paraninfo universitario, en el que se había convocado a los claustrales para rendirles cuentas de la gestión.
«Los ingresos se han mantenido desde 2013 pero los costes de la Universidad se incrementan», apuntaba el rector en tono crítico, para comentar a continuación que la UA «Ha sido muy solidaria y respetuosa con la situación económica de la Comunidad durante tantos años».
Palomar insistió en que la Universidad «necesita llevar a cabo inversiones muy importantes para la provincia -en referencia al parque científico y tecnológico de Alicante-, y la drástica reducción del presupuesto desde 2011 sigue lastrando los proyectos».
No obstante mantiene su propósito de destinar la práctica totalidad de lo que se reciba para inversiones los próximos diez años en potenciar el parque empresarial. «El nuevo convenio de la Generalitat con las universidades para ir devolviendo anualmente parte de la deuda que arrastra va a posibilitar la inversión en el parque. Sería dramático que se dejara de cumplir», puntualiza.
Cambio de modelo
Lo que demanda ahora el rector es un cambio de modelo financiero por parte del Consell para que asuma «a modo de certificaciones» todos los gastos que tienen que ver con el personal en cuestión de incentivos, tal y como viene haciendo la propia Universidad, que prima a profesores e investigadores según su actividad. «Las universidades tenemos una financiación base y la necesitamos por motivación e incentivación». Palomar espera que la nueva ley de financiación de la Generalitat lo incluya de esta manera.