Las alusiones a los grupos de la oposición por parte del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, en la entrevista que este periódico publicó ayer generaron la indignación de PP y Ciudadanos. Ambas formaciones criticaron el desdén con el que, a juicio de sus portavoces, se pronunció el alcalde sobre ellos o sobre sus divergencias internas. Mientras tanto, desde Compromís instaron a su socio de gobierno a impulsar los instrumentos de diálogo ya existentes para limar cualquier diferencia interna y sacar adelante la gestión.

Para el portavoz del grupo popular, Luis Barcala, las palabras de Echávarri «confirman» que los miembros del tripartito «ni son un equipo ni gobiernan». En su opinión, en la entrevista «el propio alcalde reconoce su debilidad y que cada grupo va por su lado», y que «además de no asumir sus responsabilidades es incapaz de liderar el tripartito porque no aporta ninguna solución». El edil del PP agregó que «es muy grave» que Echávarri «traslade una enorme incertidumbre, sin un proyecto de ciudad ni un plan de futuro» al ser preguntado por «temas esenciales para los alicantinos». Todo esto evidencia, dijo, «que unió a los partidos de izquierdas del tripartito fue el objetivo de desalojar al PP del poder y ése sigue siendo el único punto de unión que tienen».

Por su parte, la portavoz municipal de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, se mostró molesta con la frase de si los alicantinos «se la imaginarían de vicealcaldesa», pronunciada por Echávarri en la entrevista. Para la edil, «en todo caso son los votantes quienes deben imaginar y apoyar una situación así, no él», aparte que «nosotros aspiramos a la alcaldía, como los demás», y no a un papel secundario. Giraldo lamentó que el alcalde «se dedica a tirar balones fuera» y a «echar la culpa a sus socios» al preguntársele por su «inacción». A su juicio, el primer edil «ha aprendido a ponerse de perfil» ante los problemas, cuando por su cargo «debe estar atento a todo lo que se hace o se deja de hacer» en cada una de las concejalías.

Instrumentos de diálogo

Una visión muy distinta a la de la oposición tenían desde Compromís hacia las declaraciones del alcalde. Su portavoz, Natxo Bellido, insistió en la necesidad de impulsar el diálogo entre los tres grupos de gobierno y consideró que la entrevista pone de manifiesto que «callar los mecanismos de comunicación no es la solución». Según dijo, con esa actitud «nos iría mejor a nosotros, al Ayuntamiento y a la ciudad en general». No obstante, restó importancia a las alusiones que Echávarri hacía a su grupo y reiteró que «hay cuestiones que todos los socios no vemos igual, pero eso es algo lógico». En este sentido, volvió a incidir en que «hay que poner en valor los mecanismos de diálogo» ya existentes según el pacto de gobierno, «en cualquier tema donde pueda haber una diversidad de criterios».

Mientras tanto, desde Guanyar eludieron pronunciarse. Este periódico trató de contactar con el portavoz de la formación, Miguel Ángel Pavón, sin éxito. Desde el grupo municipal se limitaron a calificar de «legítimas» las palabras del alcalde, pero que no querían entrar en «cuestiones personales».

Tampoco resultó posible hablar con la edil no adscrita Nerea Belmonte, a quien el alcalde aludió directamente en la entrevista. Sí atendió a este periódico Fernando Sepulcre, el otro concejal no adscrito, quien valoró que Echávarri, «dentro de lo que cabe, nos defiende como dos concejales más», algo que a su juicio «le honra» porque «entre todos tenemos que ver el bien de Alicante». En su opinión, es visible que los socios del primer edil «son los únicos que podía tener, pero no han dado la talla».