Imaginemos que este análisis lo hacemos de un montón de expresiones faciales diferentes durante la detención. Y no sólo de las expresiones faciales, sino del resto de canales de comportamiento: gestos, oculesia (hacia dónde mira), proxémica (cómo se mueve en el espacio), paralenguaje (la voz)... Por cierto, la voz a la hora de detectar si el sospechoso está mintiendo en su declaración, es uno de los canales que más información aportan. Esto es porque hasta cierto punto, podríamos controlar los gestos que hacemos (reduciéndolos al mínimo, por ejemplo), o hacia dónde miramos. Pero está demostrado que la voz es lo que más cuesta de controlar cuando la emoción es intensa.

Y, en todos esos canales expresivos, comparamos qué hace habitualmente con lo que está haciendo ahora. De ahí se podrían sacar una serie de inferencias y eso nos llevaría a establecer unas hipótesis y unas conclusiones.