Los médicos y enfermeros han redoblado sus esfuerzos por detectar y denunciar posibles casos de malos tratos a mujeres. Un esfuerzo que ha dado sus frutos. Y es que en el último año, el personal sanitario ha destapado un millar de casos de malos tratos en la provincia de Alicante, el doble que las denuncias presentadas en 2015.

Hace un año que la Conselleria de Sanidad puso en marcha un programa para concienciar a los médicos y las enfermeras para que hagan en sus consultas una búsqueda activa y rutinaria de posibles casos de violencia machista, preguntando a las pacientes sobre cuál es la situación en casa o buscando otros indicios que puedan revelar un episodio de malos tratos. El objetivo del programa es sacar a la luz casos que hasta el momento estaban pasando desapercibidos y de esta forma incrementar el número de denuncias que parten desde los centros de salud.

A lo largo de 2016 han sido cribadas dentro de esta campaña 34.285 mujeres, frente a 9.940 del año anterior. Del millar de casos positivos detectados, la inmensa mayoría, 934, son por maltrato psicológico, según los datos aportados por la Conselleria de Sanidad. 412 denuncias tuvieron detrás un maltrato físico y 76 por agresiones sexuales.

Los servicios sanitarios pueden desempeñar un papel crucial en la búsqueda activa o detección precoz de casos de malos tratos, dado que la mayoría de mujeres acuden al sistema sanitario en algún momento de su vida, ya sea en el embarazo, por revisiones ginecológicas rutinarias o cuidado de los hijos. Además, dado que los malos tratos tienen importantes repercusiones en la salud de la mujer, ésta tiene una mayor probabilidad de acudir a las consultas de los servicios sanitarios, en particular a atención primaria y servicios de urgencias.