La creación de empresas volvió a hundirse en el conjunto del Estado español el pasado mes de febrero y suma cinco meses de retrocesos, una tendencia a la que escapa la provincia de Alicante pese a viajar en doble «dirección» y a la misma «velocidad». Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo Barcelona la supera en cuanto a creación de sociedades mercantiles, un dato muy positivo que, sin embargo, contrasta con el número de disoluciones. Así, sólo en Sevilla se destruyeron más empresas que en Alicante en el mismo periodo de tiempo.
Los datos provisionales de febrero recogidos por el INE arrojan la constitución de 489 nuevas sociedades en el conjunto de la provincia alicantina, un indicativo que evidencia la dinamización de su tejido empresarial en contraposición con el de la mayoría de provincias del país. Mientras que el número de creación de nuevas sociedades retrocedió un 14,9% a nivel nacional en comparación con el mes febrero del pasado año, sumando 8.847 empresas de nuevo cuño, Alicante mantiene la tendencia creciente en la constitución de empresas iniciada en el año 2012. Así, en los dos primeros meses computados de 2017, suma ya 966 nuevas sociedades mercantiles, una cifra un 1,6% superior al mismo periodo del pasado año 2016.
Barcelona, donde se dieron de alta un total de 1.449 sociedades durante el pasado mes de febrero, lideró el ranking de creación de empresas por delante de Alicante, que supera a provincias de peso como Valencia (478), Málaga (432) o Sevilla (380). Madrid asoma con 1.783 mercantiles como principal motor de la apertura de nuevas sociedades, aunque sus datos computan dentro de las estadísticas recogidas por comunidades autónomas.
«Comparando estos valores con el conjunto de España, la provincia de Alicante vuelve a incrementar su peso en el conjunto nacional en constitución de sociedades mercantiles, representando el 5,4% del total» ,destacan desde el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA). «Se trata de un valor claramente superior al dato de 2016, que fue del 4,8%», añaden las mismas fuentes para poner de relieve los últimos datos del INE. Por el contrario, en el análisis del capital invertido, éste se queda en el 4,2% del total nacional pese a que el capital medido de las nuevas sociedades de Alicante ha mejorado respecto a los primeros años de la serie recogida por el INE.
La inversión media en las nuevas empresas alicantinas se sitúa en 58.900 euros en estos dos primeros meses del año, cuando en el conjunto de España ésta se eleva hasta los 77.000 euros. De este modo, «la provincia aporta un número importante de nuevas sociedades, pero con poco capital invertido», tal y como resumen desde INECA, pese a que «el capital invertido suma 56,9 millones de euros y se ha incrementado en un 30,5%» respecto al montante inyectado en las empresas creadas en los dos primeros meses del pasado año 2016.
Una moneda de doble cara
El músculo que presenta el tejido empresarial alicantino a la hora de crear nuevas sociedades cohabita con la dificultad que presentan muchas de ellas para sobrevivir en el tiempo. Las estadísticas del INE reflejan que la provincia de Alicante -de nuevo con el permiso de Madrid-, fue la segunda donde más empresas se disolvieron el pasado febrero, un total de 87, siendo únicamente superada por Sevilla, con 107 sociedades extinguidas. Por detrás se sitúan las provincias de Barcelona (76), Bizkaia (73) y A Coruña (71).
Alicante ha arrancado el 2017 con un total de 237 disoluciones, lo que supone 20 más que en enero y febrero del 2016. Éste es el segundo valor más elevado de la serie, sólo por debajo de las 365 empresas que bajaron la persiana en el mismo periodo de 2013, y representa un incremento del 9,2% respecto al 2016. Esto supone un incremento superior al nacional, por lo que la provincia está perdiendo parte de los avances mostrados en 2014 y 2015, cuando consiguió poner freno a la sangría mostrada los años anteriores en cuanto a disolución de sociedades. Así, el presente año comienza con un peso del 4,1% en el total nacional de disoluciones, cuando en 2015 fue de un 3,3%.
«Sin duda, el tejido empresarial de la provincia todavía está ajustándose a la nueva realidad, tanto por la oferta de bienes y servicios propuesta como por la localización geográfica de los mercados», apuntan desde INECA como posible causa de que en Alicante se creen y se destruyan más empresas que en la mayoría del resto de provincias españolas.
