Es una especie de ONU a nivel doméstico. En el barrio Colonia Requena acaba de echar a andar una asociación de vecinos que aúna en su junta directiva a payos, gitanos, musulmanes y africanos. Bajo la premisa de que trabajando juntos se puede hacer más por el barrio, a los integrantes de esta nueva entidad les sobra la ilusión y las ganas de arreglar los problemas que de manera endémica sufre esta zona de la ciudad, en la que más de la mitad de sus 2.300 vecinos son inmigrantes.

La iniciativa surgió de la mano de Antonio Colomina, quien regenta desde hace años un bar en Colonia Requena. «Tengo clientes de todas las nacionalidades y jamás ha habido ningún tipo de problema. Así que me pregunté ¿si en el bar funciona por qué no va a ser posible en el barrio?». Colomina cree que con una sola voz se consiguen más cosas que yendo por separado. «Si cada nacionalidad monta su propia asociación no tendrán la fuerza suficiente para luchar por conseguir algo. Mejor ir todos a una».

Con esta idea, Colomina se puso en contacto con vecinos de las diferentes etnias y razas que habitan el barrio. La respuesta fue positiva desde el primer momento. «Enseguida se implicaron y el proyecto es ya una realidad». Hace más de un año que el barrio de Colonia Requena carece de asociación de vecinos, desde que se disolvió la anterior por falta de socios y esta es la primera vez que se juntan personas de distinto origen, etnia y religión para trabajar por el barrio.

Pese a que hace unos años esta zona de la ciudad fue noticia por la tensión derivada, sobre todo, de la venta de drogas, Colomina asegura que la convivencia en el barrio es por lo general buena. «Tienes un problema y al segundo sale gente dispuesta a ayudarte. Aquí los colores no importan». Los gitanos están representados en esta asociación a través de Antonio Fernández, quien no dudó un segundo en formar parte de esta asociación «porque estoy rodeado de buenos vecinos». Fernández confía en que esta iniciativa que ha comenzado en Colonia Requena se extienda a otros barrios de la ciudad. «Lo mejor es estar todos unidos para pelear por el barrio».

También parte del barrio se siente Bobaker, argelino que lleva 17 años residiendo en Alicante. Muy vinculado a la mezquita de Colonia Requena, ahora ha decidido integrarse en la asociación de vecinos para tratar de conseguir arreglar los grandes problemas de esta zona de la ciudad. «Queremos un barrio limpio, en el que haya más seguridad y en el que los niños tengan espacios adecuados para jugar». Uno de los objetivos a corto plazo de la asociación es impartir cursos de alfabetización para los inmigrantes que han llegado de zonas rurales y de idiomas, «dirigidos a que los hijos de inmigrantes nacidos aquí o que llegaron siendo muy jóvenes no olviden su lengua materna», explica Andrés Cremades, secretario de la asociación. Y es que, poniendo su pequeño grano de arena, los vecinos de Colonia Requena quieren evitar los problemas que se han vivido en países como Francia o Bélgica con la integración de la segunda generación de inmigrantes.