El Instituto de Investigación Informática de la UA lleva a cabo desde el pasado mes de enero un proyecto denominado Retogar, que tiene como objetivo primordial ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con daño cerebral adquirido y dependientes en su integración social.

Dicho proyecto, que cuenta como novedad con un robot que actuaría de asistente y estimulación interactiva en el hogar, es la continuación de otro que terminó con éxito en 2016 y cuyo resultado fue la creación de un innovador dispositivo multisensor capaz de adaptarse de forma personalizada a las necesidades de los pacientes discapacitados para que puedan realizar terapias de rehabilitación, tanto motoras como cognitivas.

A partir de esta tecnología, que integra aplicaciones de realidad virtual e interfaces 3D y sensores para monitorizar los movimientos de las personas, la UA desarrolla este proyecto de investigación básica para ofrecer a este grupo de personas una mayor autonomía una vez concluya el periodo de rehabilitación clínica.

Continuación de la terapia

Una vez que finalizan dicha fase, las personas con daño cerebral adquirido deben continuar su terapia cuando regresan a su hogar, lo que, en función de su grado de discapacidad, requiere de una continua atención, según comenta el director del instituto y uno de los investigadores principales del proyecto, Miguel Cazorla.

Precisamente, el objetivo que persigue el trabajo de la UA es ofrecerles una mayor autonomía en esa fase de su rehabilitación, para lo cual los investigadores diseñan un sistema de ambiente inteligente de monitorización del entorno, basado en sensores visuales 3D de bajo coste, que permita realizar la localización y seguimiento de estas personas en su hogar.

El modelo se basa en cámaras y tecnología infrarroja para saber en todo momento dónde está el paciente en la casa y en qué posición se encuentra. Además, integra como un elemento más un robot con voz que desempeñaría el papel de asistente, de avatar del médico o rehabilitador. En este sentido, ayudaría a la persona con discapacidad en su rehabilitación, le recordaría cómo se hacen los ejercicios terapéuticos y le advertiría si la tarea que efectúa no es la adecuada. Se estima que el proyecto esté plenamente desarrollado en junio de 2019.