? En Elche, en los márgenes del Vinalopó, todavía puede apreciarse las cavidades dejadas por la extracción de la terreta. Se trata de orificios que en otros pueblos, los agricultores usaban para guardar sus aperos o guarecerse agazapados de un chaparrón repentino. También se usaba, recuerda el calpino José Antonio Sala, para blanquear hornos y chimeneas y como pavimento de algunas casas. En Calp, explica Sala, «el terrero comunal -junto al Llavador- era muy alto», de más de dos metros y varios de ancho. En su lugar ahora se levanta un superpermercado... donde se compran productos para escurar.